En relación a la escalada en solitario con la cuerda por abajo ('lead rope solo', en inglés), hay que tener cuidado con lo que se encuentra en la red (especialmente con los vídeos), pues muchos de esos autores utilizan dispositivos que no están homologados con esa finalidad por los fabricantes (Grigri, Revo, etcétera), y son muchas las cosas que pueden fallar. Cuándo uno ve esos vídeos todo parece bonito y hasta sencillo, pero no lo es en absoluto, lo segundo desde luego no lo es. Que yo sepa, hay pocos dispositivos que sí están homologados para escalar en solitario con la cuerda por abajo, y que por lo tanto hayan pasado satisfactoriamente los ensayos preceptivos: Soloist, Silent Partner ... Sin embargo, y no sé la razón, por ahora sólo se encuentran en el mercado de segunda mano y a unos precios exorbitantes. En mi humilde opinión, creo que no está mal aprender la técnica de escalada en solitario (siempre de manera controlada), pero, además, con un profesor, y, acaso, como recurso de emergencia, por la posibilidad extrema que, aunque remota, pueda presentarse un día al tener que salir de una vía por arriba y pedir ayuda, por haberse lesionado gravemente el compañero (que ya no puede asegurarnos), y en el caso muy improbable de que no se pudiesen rapelar los largos inferiores. En tal caso, según los manuales de alpinismo que he consultado hasta el momento (escritos por alpinistas muy experimentados) sólo describen cómo hacerlo con lo que llevamos en la cordada, en concreto, con un ballestrinque en el anillo ventral con dos mosquetones de seguridad contrapeados y uno más como ayuda para darnos cuerda; y, siempre, con la salvaguarda de tener que ir haciendo y deshaciendo nudos de gaza (mejor de ocho, creo) conectados al anillo ventral, entre seguro y seguro, por si la cuerda deslizara por el ballestrinque. Una vez lo probé en un itinerario corto muy fácil, de grado III+, y con una sóla cuerda de homologación en simple, con la salvaguarda añadida de una cuerda de respeto fijada arriba y conectándome a ella con un anticaídas a modo de línea de vida, y, aún y así, si bien, gracias a la redundancia de seguridad, no había razón para tener miedo, las sensaciones que tuve (utilizando el ballestrinque) no fueron buenas. No resulta nada fácil darse cuerda, y pueden presentarse muchos percances encadenados. Otra cosa es la práctica de esa especialidad en sí, que requiere el uso de un dispositivo de aseguramiento homologado, una buena formación, muy buen ánimo y tener la cabeza muy bien amoblada.
diumenge, 1 de desembre del 2024
Escalada de primero autoasegurado (en solitario)
Cálculo de la fuerza de impacto a partir del factor de caída
Buenas tardes. En una intervención mía anterior quise hablar de cómo estimar la fuerza de impacto, a partir de la longitud de la caída como dato, de la longitud de cuerda desplegada, así como de la masa del escalador, y del tanto por ciento de alargamiento de la cuerda. Sin embargo me di cuenta de que, en el primer intento, me había equivocado y borré el mensaje. Esta mañana he vuelto a ponerme a ello y lo expongo en un vídeo por si es de vuestro interés, cuyo enlace es el siguiente: https://youtu.be/6l8sMffvSE8?si=-T2sNe0GPgmACpz5
Cabe decir que, por efecto polea, la fuerza sobre el anclaje ha de ser igual al doble de la fuerza de impacto que he calculado (fuerza con la que se detiene la caída). Así, en el ejemplo que he puesto antes, como la fuerza de impacto que me ha salido es de 1,4 kN, la fuerza sobre el anclaje será de 2,8 kN. Como curiosidad, he consultado la resistencia de un friend Totem Cam, la del más pequeño (el de color negro, que en la numeración de los Totem corresponde al 0,5) y he visto que es de 6 kN; en tal caso, el friend (bien emplazado) debería parar la caída.
Ya sé que en mitad de un paso difícil no es lugar ni momento para ponerse a calcular :) ... pero si en casa vamos simulando escenarios y haciendo cálculos estimativos (no hace falta calculadora si retenemos la fórmula, basta con un poco de cálculo mental) puede sernos de utilidad para valorar el riesgo, configurar el emplazamiento y tipo de seguros
Es importantísimo evitar que la cuerda zigzaguee entre los seguros: éso es lo que provoca el rozamiento malo (el que va en nuestra contra), y que hace que el factor de caída sea en realidad mucho mayor del que sería sin el zizagueo, ya que, en realidad, la longitud efectiva de cuerda desplegada es mucho menor (por trabarse la cuerda entre seguro y seguro)
El efecto de péndulo, al saltar el escalador hacia atrás de manera premeditada, si el escalador está seguro de que es inminente la caída (en un desplome), puede ser conveniente, ya que en un movimiento pendular, la tensión sobre la cuerda es progresiva: va aumentando a medida que la masa que pendula se acerca al punto más bajo de su trayectoria. Puede ser una buena decisión, pues el seguro no va a recibir una fuerza brusca. Eso sí, siempre que no haya riesgo de golpearse contra la pared al volver a acercarse a ella, o bien de sacar el seguro flotante: un friend o un fisurero pueden moverse hacia afuera, en especial si la cinta exprés es ancha, corta y rígida (es mejor usar una cinta alpina), con lo cual puede salirse de su emplazamiento.
Acerca de las precauciones a tomar al instalar seguros alternos empleando la técnica de la doble cuerda
La primera vez que me metí en una vía de varios largos fue en 1981. Como empezaba, y de escalada deportiva ni siquiera se hablaba, iba de segundo, claro. Me acuerdo que en aquellos años casi todo el mundo pasaba las dos cuerdas por el mismo seguro fijo en las vías algo equipadas (como se hace hoy en día si se escala con cuerdas gemelas), sólo que aquellas cuerdas tenían un diámetro de 9 mm o incluso algo más. En aquél entonces los seguros fijos de las vías que repetía (semiequipadas la mayor parte) solían ser pitones y buriles con sus chapitas; incluso se hacían, pasar las dos cuerdas por el mismo seguro si se ponían empotradores. Para las cuerdas dinámicas, sólo había un estándar, creo. En mi entorno, la técnica de la doble cuerda pocos escaladores la usaban, salvo los que se dedicaban a la escalada artificial, que entonces se hacía con dos cuerdas. Empecé a interesarme por la técnica de la doble cuerda para las vías clásicas en libre cuando, a finales de los ochenta, leí algunos manuales ingleses. Desde entonces, siempre la uso, ya que como mis destrezas son muy modestas (no paso del grado IV+, como mucho algún V), siempre he confiado en aprender bien las maniobras y el buen emplazamiento de seguros. Y, ciertamente, con dos cuerdas, las sensaciones son muy bonitas, y más para escaladores que, como yo, ya ni nos planteamos que nos salgan los pasos de 6a ni pisamos los rocódromos, aunque cuando era joven, a los treinta, alguno sexto en escalada deportiva me salía.
Alternando los seguros, y siempre que los factores de caída no sea grandes, la segunda cuerda apoyará a la primera (en la hipótesis de que el último seguro emplazado no salte, claro). Por ejemplo:
Supongamos que el escalador, que está a 3 metros por encima del último seguro A que ha puesto el escalador, pongamos que en la cuerda azúl, y que el seguro B que había puesto antes pasándolo por la otra cuerda, pongamos que de color verde, se encuentre a 2 metros del seguro A.
En esta situación, supongamos que el escalador, en el momento de caerse, se encuentra a 10 m de la reunión. Así que ... va y se cae. Bien, entonces vuela 6 metros, luego el factor de caída es de 6/10 = 0,6. La cuerda azúl debería resistir sobradamente, no se ve comprometida.
Pongámosle ahora un poco de yuyu: salta el seguro A, luego desde el inicio del vuelo hasta el seguro B de la cuerda verde hay una distancia de 3+2=5 m, por lo que la longitud del vuelo aumenta ahora a 10 m - ¡por favor, que no falle también el seguro B!-, , en consecuencia, ¡el factor de caída para la cuerda verde será de 10/10 = 1, que también sigue siendo un factor de caída asumible para la cuerda verde que ahora también ha tenido que actuar.
Por tanto en estos dos escenarios, me parece a mí que es perfectamente asumible, el trabajar con los seguros alternos para una y otra cuerda, sin tener que ponerlos a la misma altura los dos.
El problema viene con este otro supuesto. Si el escalador ha emplazado el seguro A para la cuerda azúl a una gran distancia del seguro B (para la cuerda verde), pongamos que a 4 metros del mismo, y, en la caída falla el seguro A, la longitud del vuelo será ahora de 2x(3+4)=14 metros, luego el factor de caída alcanza ya el valor 14/10=1,4.
Recordemos que las pruebas de homologación se hacen con un factor de caída de 1,77 (si no recuerdo mal), pero se supone, razonablemente, que el escalador pesa más de 55 kg (masa que se usa en dichas pruebas). Así que ojo ahí porque una cosa (1,4 $\lt$ 1,77) va por la otra (55 kg $\lt$ 80 kg), y por tanto esa situación sería ya comprometida.
No obstante, siendo un poco optimistas, y sin dejar de considerarlo un posible accidente, hay que tener en cuenta a favor de esa cordada que, al fallar el seguro A ya se habrá disipado cierta energía, en beneficio, con el retardo, de la labor que se le encomienda a la cuerda del seguro B. También, disipará energía la fuerza de rozamiento.
Encordamiento en mitad de cuerda
El encordamiento en mitad de cuerda en una cordada de tres por parte del escalador de enmedio mediante un nudo de alondra, me parece a mí que sirve más bien para que, en una cordada de tres en línea (en una cresta fácil o en progresión por glaciar), pueda encordarse el de enmedio, pues así, además ya tiene hecha la potencia para aislarse de un posible tirón del tercero que podría desequilibrarle a él también, empeorando la tarea de ayuda por parte del primero, o bien aislarse de la tensión de ayuda que el primero pueda dirigir, en una determinada situación, hacia elu tercero.
Siempre que en una cresta fácil he ocupado el lugar de enmedio en una cordada de tres, he preferido conectarme a la cuerda con un machard bidireccional con un cordino, pues éste ya hace las veces de potencia, y, además, permite acercarse al primero o al tercero (desplazando el machard por la cuerda) para, en caso de necesidad, poder prestar ayuda a uno o bien al otro.
Entiendo que para encordarse así en mitad de cuerda -un problema divertido- habrá que confeccionar un nudo de gaza con un gran lazo para, pasándoselo por las perneras (entrando por abajo), llevarlo luego alrededor de la cabeza y dejarlo caer por la espalda alrededor de los pies, y teniendo ya por delante el lazo otra vez, ya se pueden alondrar las perneras; finalmente, habrá que correr el nudo de gaza para dejar el lazo con la longitud que queramos que quede.
En una cordada de dos o tres escaladores que se mueven en terreno escarpado (cresta, trepada difícil,...) puede aparecer la necesidad de progresar a tramos, por lo que es necesario detenerse y montar una reunión. Si la cordada utilizara una única cuerda, el montañero que iría de primero, necesitará buscar el centro de la cuerda y encordarse en él. El nudo que utilizo para esa finalidad es un medio doble pescador, asegurando el pequeño bucle que quede al anillo ventral con un mosquetón de seguridad.
Tres libros que recomiendo
Me permito recomendaros dos libros editados por la Editorial Desnivel que me parecen muy buenos, ambos del mismo autor, Ewaldo Sandoval: (1) Escalando vías de varios largos con la técnica de doble cuerda, publicado por Desnivel en 2018 , y (2) Cómo montar reuniones en vías de varios largos, también publicado por Desnivel, en 2016. El texto es claro y muy preciso en las descripciones, y los dibujos son muy detallados. Quizá ya los conozcáis. Hace años que no dejo de consultarlos.
Otro estupendo manual, que me parece "de cabecera", y que está escrito por varios autores en colaboración, es Montañismo. La libertad de las cimas, publicado también en España por la Editorial Desnivel en 2016. Viene actualizándose desde 1960 en sucesivas ediciones; ésta (última hasta el momento) es la séptima. Con los nuevos materiales y algunas maneras de hacer, se espera una nueva actualización (la octava), si bien, me parece a mí, en lo esencial el manual es perfectamente válido en la actualidad. El texto, es muy esmerado y la traducción al castellano muy cuidada, y, al igual que en los libros de Ewaldo Sandoval que he comentado arriba, los dibujos están muy bien hechos y son muy detallados; priman sobre las fotografías, lo cual aporta mucha claridad y precisión pues ayudan a entender muy bien las explicaciones textuales. El manual cubre todos los aspectos que intervienen en el montañismo (término o concepto, por cierto, en el que los autores inscriben los de alpinismo y la escalada): técnicas de escalada en roca, nieve y hielo, progresión por terreno escarpado, encordamiento, materiales, orientación, meteorología, nivología, primeros auxilios, organización y psicología de grupo, etcétera.
diumenge, 10 de novembre del 2024
Uso de una única cuerda (de triple homologación), de 60 m de longitud y 8,5 mm de diámetro, para progresar en crestas o terreno escarpado, empleándola como dos medias cuerdas en doble o como dos medias cuerdas como gemelas
En un terreno de cresta he usado a veces una cuerda de 60 m de triple homologación, concretamente una Opera (8,5 mm de diámetro). El caso es que, si se decide usar esa cuerda a la manera de dos medias cuerdas, buscando el centro y encordándose el primero en dicho centro, yo siempre lo he hecho con un nudo de ocho, pero, claro, abulta mucho. He pensado hacerlo también con un as de guía doble, pero aún no lo he probado. Me pregunto si existe algún otro nudo que sea fiable para eso y que no abulte tanto como el ocho. $\diamond$
Tres breves reseñas bibliográficas sobre tres manuales
Me permito recomendaros tres libros editados por la Editorial Desnivel que me parecen muy buenos, ambos del mismo autor, Ewaldo Sandoval: (1) Escalando vías de varios largos con la técnica de doble cuerda, publicado en 2018; (2) Cómo montar reuniones en vías de varios largos, publicado en 2016. El texto es claro y muy preciso en las descripciones, y los dibujos son muy detallados; y (3), otro estupendo manual, que me parece "de cabecera", y que está escrito por varios autores en colaboración, es Montañismo. La libertad de las cimas, publicado también en España por la Editorial Desnivel en 2016. Viene actualizándose desde 1960 en sucesivas ediciones; ésta (última hasta el momento) es la séptima. Con los nuevos materiales y algunas maneras de hacer, se espera una nueva actualización (la octava), si bien, me parece a mí, en lo esencial el manual es perfectamente válido en la actualidad. El texto, es muy esmerado y la traducción al castellano muy cuidada, y, al igual que en los libros de Ewaldo Sandoval que he comentado arriba, los dibujos están muy bien hechos y son muy detallados; priman sobre las fotografías, lo cual aporta mucha claridad y precisión pues ayudan a entender muy bien las explicaciones textuales. El manual cubre todos los aspectos que intervienen en el montañismo (término o concepto, por cierto, en el que los autores inscriben los de alpinismo y la escalada): técnicas de escalada en roca, nieve y hielo, progresión por terreno escarpado, encordamiento, materiales, orientación, meteorología, nivología, primeros auxilios, organización y psicología de grupo, etcétera. Todos ellos, hace años que no dejo de consultarlos. Joan Aranès Clua, Por favor, si tenéis recomendaciones, os quedaré muy agradecido. $\diamond$
dilluns, 4 de novembre del 2024
Escalar a los sensenta y tantos
En esta entrada de mi blog de montaña, cuento un poco lo que hago yo, para añadir a mis consideraciones sobre el tema. Tengo 66 años y mi techo de dificultad en escalada es bajo, hasta cuarto grado, si bien puedo intentar pasos de quinto, aislados, siempre que estén bien protegidos con seguros fijos o bien los pueda autoproteger de manera fiable; si es necesario, utilizo los estribos. Como mis salidas de escalada suelen verse interrumpidas por lapsos de varios meses a lo largo del año, suelo retomar la escalada en vías deportivas de hasta quinto grado más o menos, para, a continuación, hacer algún itinerario sencillo, y de varios largos, equipado o semiequipado. Cuando ya me siento bien adaptado a la roca y me muevo con soltura, me gusta probar itinerarios también sencillos, pero de autoprotección (friends, fisureros, bagas para las sabinas, puentes de roca, etcétera), incluyendo alguna cresta sencilla. Empecé a escalar y a hacer alpinismo en los años ochenta en algunas clásicas aristas Brucs de Montserrat (Agulles), algunas vías en la Roca dels Arcs y en Terradets (Montsec), como la CADE o la Anglada-Guillamón, entre otras; y, también, en el Pirineo y Cadí: crestas (Salenques-Tempestades, Alba, Bessiberris, etcétera) y corredores sencillos, como el corredor Swan entre los dos Astazou, el corredor Estasen en el Aneto, etcétera. Así pues, como veis, "mi grado" era también entonces el IV o IV+ a lo largo de los 20 años (ochenta y noventa) — en los tramos de III o III+, disfrutaba de verdad, y sigo haciéndolo, :) —, aún estando en muy buena forma física (corría larga distancia, hacía excursiones en bicicleta, esquí de montaña, ...). Actualmente, como es natural por mi edad, mi forma física ya no es ni mucho menos tan buena, por eso intento buscar itinerarios no tan largos ni con aproximaciones tan exigentes como aquellos de mi juventud, pero eso sí intento que esos sitios o esas vías modestas y humildes me proporcionen la posibilidad de sentir y seguir conociéndome a mí mismo en la medida de mis posibilidades y en la de mis compañeros/as de cordada. Actualmente, como vivo en Madrid, estoy conociendo las montañas de aquí (Pedriza, La Cabrera, Sierra Norte de Guadalajara, etcétera). Doy mucho valor al compañero/a: intento que nos vayamos conociendo bien, haciendo para ello los ensayos y prácticas necesarias, y, así, ir adquiriendo confianza mutua, a la vez que procuro que tengamos aspiraciones, maneras de ver la montaña, y niveles físicos, psicológicos y técnicos similares. Los rocódromos no me gustan :) Las cuerdas que uso son las siguientes:
- (1) Para vías de varios largos, dos cuerdas de 60 m y 8,5 mm, de triple homologación.
- (2) Para crestas sencillas, una cuerda de triple homologación de 9.2 mm y 30 m, junto con un cordino hiperestático de 35 m para recuperar la cuerda en los rápeles largos (de hasta 30 m)
- (3) Para crestas con pasos en los que hay que parar la progresión en ensamble medio y progresar por tramos, dos cuerdas ligeras de 7,9 mm y de 30 m, las dos homologadas para trabajar en doble o bien en gemelas
- (4) En algunos itinerarios sencillos en los que hay que hacer tramos largos, me llevo una cuerda de 60 m y de 8,5 mm y un cordino hiperestático de 60 m y 6 mm (PurLine) para la recuperación de la cuerda de rápel (si es muy largo) y también para subir alguna mochila o petate en tramos de chimenea si ello fuese necesario.
- (5) A veces escalo sólo, en lo que se viene a denominar en top rope; es decir, una cuerda fijada en la cabecera de una vía corta. Para ello, utilizo cuerda semiestática de 10,5 mm de diámetro. Subo a la cabecera por un sendero o bien por medio de una trepada que no sea expuesta e instalo la cabecera: busco el centro de la cuerda que ya tengo marcada, y, después de instalar una buena triangulación, y haciendo un nudo de dos orejas para conectar ambos cabos, los lanzo hasta el pie de via, teniendo así dos líneas, una principal por la que subir autoasegurado mediante un bloqueador (suelo el bloqueador de pecho Croll, de la casa Petzl, con el correspondiente arnés de pecho para posicionarlo correctamente, el cual confecciono con cinta plana), y una línea secundaria a la que, en la subida, me conectaré también mediante un anticaídas.
Escalada en solitario en top rope
De vez en cuando, cuando no encuentro compañero/a de escalada, suelo escalar solo, con la cuerda fijada en la cabecera de alguna vía deportiva bien equipada, a cuya cabecera pueda acceder fácilmente, andando o con una fácil trepada, sin escalar, y en la que me sienta cómodo, para instalar lo necesario y fijar la cuerda. Me gustaría explicar cómo lo hago, por si podéis detectar algún error tanto en la técnica que utilizo como en su puesta en práctica. Todo consejo consejo para la mejora lo agradeceré. Utilizo el material que paso a describir, que utilizo del siguiente modo:
- Elijo una vía de escalada deportiva a la que pueda acceder a su cabecera andando, con el material necesario (cuerda, arnés, casco, quad, descensor, anticaídas, mosquetones con cierre de seguridad tipo B, y cabo de anclaje para operar en la cabecera con seguridad)
- Instalo la cabecera, triangulando los seguros de la misma con una baga de reunión, o incluso, mejor, con un quad que ya llevo preparado
- Utilizo una cuerda semiestática de 10,5 mm, y buco el centro de la misma (que ya tengo marcado), preparando así dos líneas paralelas; hago un ocho de dos orejas en el centro, y con sendos mosquetones con cierre de seguridad conecto esas dos líneas (o cabos) al quad de la cabecera. Lanzo los dos cabos y desciendo en rápel hasta el pie vía por uno de ellos. Como soy consciente de que estoy solo, conecto un anticaídas (un Back-Up de la casa Kong) al otro cabo o línea secundaria (al que llamaré línea de vida) uniéndolo a su correspondiente mosquetón de acero que lleva a mi anillo ventral. Utilizo un ocho para descender porque veo que va muy bien con la cuerda semiestática, con extensión a mi anillo ventral y un machard de seguridad por debajo del mismo.
- Una vez he llegado al pie de vía, desconecto el ocho y su extensión y lo guardo en el portamaterial del arnés y empiezo a escalar, asegurándome con un Croll (bloqueador) en la línea principal, conectado a mi anillo ventral con un mosquetón de seguridad y posicionándolo convenientemente (en vertical) con un mosquetón que llevo en el arnés de pecho el cual confecciono con una baga de cinta plana de manera muy sencilla. A medida que asciendo, el Croll (bloqueador) corre sin dificultad, de manera que si no me sale un paso, simplemente cargo mi peso sobre el Croll y descanso. Además, llevo conectado mi Back-Up (anticaídas) al otro cabo paralelo (línea de vida), en modo sólo ascenso, por si algo fallara en la línea principal. El Back-Up, lo llevo también conectado directamente al anillo ventral de mi arnés con su mosquetón de acero, y va siguiéndome también sin dificultad sin que tenga que preocuparme del mismo.
- Al subir, llevo también preparados un puño bloqueador y un estribo guardados en el portamaterial, por si por algún motivo o percance tuviese que ascender por la línea principal con esos medios artificiales. Y, desde luego, siempre llevo el casco puesto, el teléfono a mano y un silbato.
- Una vez arriba, o bien desmonto el tinglado y bajo andando, o bien vuelvo a descender en rápel para repetir la vía si estoy trabajando algún paso que otro.
Acerca de algunos dispositivos de frenado asistido
Me gustaría hacer el siguiente comentario acerca de las especificaciones de los vendedores sobre algunos dispositivos aseguradores, en especial, los empleados con cuerdas dobles y gemelas. En concreto, me referiré a algunos de la casa Edelrid: Gigajul, Megajul y Microjul. Los he probado los tres; el último el Gigajul. Pues bien, según las especificaciones de los comercios que lo venden (copian y pegan unos de otros), dicen: "...compatible con cuerdas dobles y gemelas con diámetros de 7,1 mm a 10 mm". Me gustó y lo compré (las cuerdas que uso son más bien finas: dos cuerdas Géminis de 7,9 mm y dos cuerdas Opera de 8,5 mm). Sin embargo, el caso es que, a posteriori, leyendo la hoja de especificaciones del fabricante (comparto debajo el enlace), se advierte (se puntualiza) que estos diámetros no se recomiendan. Ciertamente, con cuerdas que tengan diámetros por debajo de 9 mm no frena bastante, especialmente, cuando se usa el Gigajul en modo manual (no asistido), aunque con cuerdas gemelas va mejor. El Microjul es muy eficaz con cuerdas finas. Sin embargo, es un dispositivo de freno asistido y, por tanto, la frenada es poco dinámica, lo cual es un inconveniente si los seguros son flotantes, pues la fuerza de choque los puede hacer saltar. En mi opinión, ni el fabricante ni los comercios no advierten bien sobre este inconveniente, al igual que ocurre con el Megajul. No obstante, cabe decir también que, con cuerda simple, en las vías de escala deportiva (seguros fiables) el Megajul funciona muy bien como dispositivo de freno asistido. También hay que tener en cuenta que tanto con el Microjul como con el Megajul, al asegurar a los segundos, hay que pasar las cuerdas justo al revés que en las demás placas-tubo. Por otra parte, las dos permiten realizar el rápel autoasegurado, sin necesidad de extensión y machard (o un Shunt), pero yo prefiero hacer los rápeles como con cualquier otra placa tubo convencional (que no tenga asistencia de frenado): con extensión y nudo autobloqueante, si bien hay que posicionar correctamente tanto el Microjul como el Megajul, con el asa mirando hacia el pecho. En la modalidad de rápel autoasegurado, el posicionamiento del asa, conectado el dispositivo al anillo ventral, va tal como se asegura a un primero con dichos dispositivos (Microjul y Macrojul): con el asa, hacia la pared, la cual sirve para colocar el pulgar de la mano de frenado, a la vez que se sujeta la cuerda "inactiva" abrazándola, por debajo del pulgar, con el resto de dedos de dicha mano, cerrando la mano, lo cual permite un movimiento de giro de la muñeca, en uno u otro sentido, para o bien dar cuerda o bien bloquearla; no obstante, supuesto, no nunca hay que soltar la cuerda de frenado, a pesar de tratarse de un dispositivo de frenado asistido Los dispositivos aseguradores de Edelrid, Microjul y Megajul, que son de frenado exclusivamente asistido y que también he utilizado -no están diseñados para usarlos en modo manual-, es interesante valorar la posibilidad de emplearlos aún en vías con seguros flotantes, aún no permitiendo frenados tan dinámicos como las placas-tubo de frenado no asistido, pues, cuando el primero de cuerda pesa mucho más que el segundo -con una placa de frenado no asistido, incluso usando guantes, al asegurador se le puede deslizar la cuerda en una caída del primero- siempre que los seguros, si son flotantes, sean razonablemente fiables y empleando, sí o sí, la técnica de doble cuerda, incluso, si fuese necesario, empleando además alguna cinta exprés disipadora en algún que otro seguro precario. También puede valorarse la posibilidad de asegurar al primero con una placa-tubo convencional (de frenado no asistido) conectada, no al anillo ventral del asegurador, sino directamente a la reunión siempre que ésta esté montada para trabajar en todas las direcciones, o bien, si los anclajes de la reunión son parabolts o tensores químicos, conectada la placa-tubo a la baga de reunión, con ojo de pez; puede ser una muy buena opción cuando hay flanqueos delicados en el largo de cuerda, para evitar que el asegurador sea proyectado contra la pared y suelte involuntariamente la cuerda "inactiva" (de frenado) en el caso de una caída del compañero/a.
Aprender a detener la caída de un primero de cuerda
En vías de varios largos con seguros flotantes, he decidido volver a usar la placa-tubo Master Pro, de la casa Grivel, de frenado manual. Admite diámetros de 7,3 mm a 11 mm, y dispone de unos cuernecillos que permiten aumentar o disminuir la fricción. Creo que Pedro también lo ha utilizado. En vías de escalada deportiva, los aseguradores de frenado asistido que utilizo son el Revo (de la casa Wild Country) o bien el Grigri+ (de la casa Petzl). De los dos estoy muy satisfecho.En relación a los dispositivos aseguradores de Edelrid, Microjul y Megajul, que son de frenado exclusivamente asistido y que también he utilizado -no están diseñados para usarlos en modo manual-, es interesante valorar la posibilidad de emplearlos aún en vías con seguros flotantes, aún no permitiendo frenados tan dinámicos como las placas-tubo de frenado no asistido, pues, cuando el primero de cuerda pesa mucho más que el segundo -con una placa de frenado no asistido, incluso usando guantes, al asegurador se le puede deslizar la cuerda en una caída del primero- siempre que los seguros, si son flotantes, sean razonablemente fiables y empleando, sí o sí, la técnica de doble cuerda, incluso, si fuese necesario, empleando además alguna cinta exprés disipadora en algún que otro seguro precario. También puede valorarse la posibilidad de asegurar al primero con una placa-tubo convencional (de frenado no asistido) conectada, no al anillo ventral del asegurador, sino directamente a la reunión siempre que ésta esté montada para trabajar en todas las direcciones, o bien, si los anclajes de la reunión son parabolts o tensores químicos, conectada la placa-tubo a la baga de reunión, con ojo de pez; puede ser una muy buena opción cuando hay flanqueos delicados en el largo de cuerda, para evitar que el asegurador sea proyectado contra la pared y suelte involuntariamente la cuerda "inactiva" (de frenado) en el caso de una caída del compañero/a En mi humilde opinión, creo que en los cursos de formación se debería enseñar a detener caídas, simulando con un muñeco la caída de un primero (con cuerdas viejecillas, para no fatigar y castigar en exceso las nuevas): con placas-tubo, especialmente, manejando bien la demanda alternativa de las dos cuerdas, que no es sencillo hacerlo con soltura sin haberlo practicarlo antes suficientemente. El saber asegurar bien no sólo puede evitar accidentes, sino que es indispensable para que se cree una imprescible confianza mutua en la cordada
Para aprender a detener caídas, sin más, lo mejor sería utilizar algún tipo de pesa, o conjunto de pesas convenientemente unidas; las garrafas de agua serían un buen recurso, me parece a mí. Se podría así simular la caída de un escalador cuyo peso fuese superior al del asegurador. Ahora bien, el uso de un maniquí, quizá sería útil para simular caídas con alguna particularidad especial, como por ejemplo una caída cabeza abajo al haber guiado mal la cuerda el "escalador". Una saca de las que se usan para recoger escombros de las obras pude venir bien. Sson resistentes y suelen tener 4 fuertes asas. Aguantan mucha carga. Sin embargo, tengo que decir que no lo he probado con la finalidad que nos ocupa (aprender a detener la caída de un primero de cuerda). Se pueden encontrar en las tiendas de materiales de construcción o en ferreterías grandes. Pueden cargarse con pesos suficientemente grandes, 70 kg o más. En casa tengo una. Una vez suspendida la saca cargada, se me ocurre que su caída puede activarse de manera controlada mediante un mosquetón con disparador -en navegación a vela se utilizan a menudo este tipo de mosquetones para liberar rápidamente algunos elementos bajo carga mediante un cabo de accionamiento-, y pueden adquirirse en las tiendas de náutica. En principio, también podría servir un nudo de suelta rápida resistente como por ejemplo un nudo de bandolero, que se accionaría mediante un cabito desde una posición cómoda y segura.
Aprender y practicar con con calma y seguridad
Una buena manera de empezar con el cacharreo (fisureros, anillos para puentes de roca, sabinas y cuernos de roca, y friends) es elegir una pared corta cuya configuración y tipo de roca se brinde a hacer ensayos, pero subiendo como un "falso primero", que consiste en ir poniendo seguros, asegurado por un compañero, pero también por otro compañero que te asegure en modo polea, o bien desde arriba, en ambos casos, siempre que exista otro camino fácil, que permita subir andando. Habiendo pues montado previamente la correspondiente cabecera de la vía, o en su caso, la reunión, valiéndonos de elementos naturales fiables -puede ir bien un árbol, o un sólido y estable bloque, laceándolo con un anillo grande, por ejemplo-, ya estarás asegurado también desde arriba. Así, uno puede probar el emplazamiento de fisureros y friends, aprendiendo de los errores, sin caídas, sin mucho estrés. Para que no haya sustos con las presas precarias (por su poca solidez), hay que limpiar antes la pared de las cosas peligrosas que puedan desprenderse, descendiéndola en rápel autoasegurado. Por supuesto, hay que procurar causar el mínimo destrozo en la pared. Si estás solo, tomando todas las precauciones, puedes subir arriba por un camino fácil para fijar una línea principal y otra de respeto paralela, tal como habíamos comentado cuando hablamos de la escalada en solitario con cuerda fijada arriba. Así, subiendo desde abajo, autoasegurado en la línea principal con un bloqueador y con un anticaídas en la línea secundaria, puedes, también así, ir simulando el chapado de las cintas a los seguros flotantes (que vas emplazando a medida que asciendes) a la cuerda que emplearías yendo de primero, como si hubiese un compañero asegurándote desde abajo, pero que, ahora, éste es sólo imaginario: la cuerda, tendida, sólo va siguiéndote, pero te permite probar los seguros y ensayar los gestos a la hora de emplazar y chapar. Me gustaría comentar que cuando emplazo algo en fisuras horizontales no me fío de los fisureros pasivos emplazados en esas posiciones; en su lugar, utilizo friends (si las fisuras son pequeñas, microfriends -los Alien van muy bien para eso), y también pongo a veces algún tricam (de la casa Camp), que, en especial, funcionan bastante bien en los agujeros, en los que no puede ponerse nada más. En sitios delicados en los que veo que puede fallar la pieza, algunas veces he instalado incluso una micro reunión, triangulando dos piezas. También va bien llevar un par de cintas exprés con disipador, sobre todo para el primer seguro a la salida de la reunión si éste no da mucha confianza No suelo establecer una puntuación, pero si estoy cómodo en el lugar de la reunión, y si la tengo que montar con seguros flotantes (lo mejor que sepa), una vez instalada del todo, pruebo uno a uno los seguros, cargando con cuidado mi peso en un estribo. En vías largas, aunque no haya pasos de artificial, siempre llevo :) Así estoy más tranquilo. Y si puedo utilizar un elemento natural fiable (un buen puente de roca, un árbol, un bloque fiable ... ), mejor. Si la reunión hay que instalarla con fisureros y friends (eligiendo, si se puede, los grandes i medianos antes que los pequeños), y si el siguiente largo lo va a hacer de primero el compañero que, ahora, va de segundo, valoro también la posibilidad de prescindir de la baga de reunión, instalándola directamente con las dos cuerdas. De esta manera, se puede contar con ese añadido de dinamicidad de las mismas. En un corredor, por poca dificultad que tenga, me gusta llevar tres pitones (un universal, un extraplano y una uve); se pueden emplazar con el martillo piolet en caso de emergencia, en los lados rocosos del corredor.
Consideraciones muy generales acerca del tipo de escalada que me gusta
Si tengo que montar la reunión con seguros flotantes, una vez instalada del todo, pruebo uno a uno los seguros, cargando con cuidado mi peso en un estribo. En vías largas, aunque no haya pasos de artificial. Así me siento más tranquilo. Y si puedo utilizar un elemento natural fiable (un buen puente de roca, un árbol, un bloque fiable ... ), mejor. Si la reunión hay que instalarla con fisureros y friends (eligiendo, si se puede, los grandes i medianos antes que los pequeños), y si el siguiente largo lo va a hacer de primero el compañero que, ahora, va de segundo, valoro también la posibilidad de prescindir de la baga de reunión, instalándola directamente con las dos cuerdas. De esta manera, se puede contar con ese añadido de dinamicidad de las mismas. En un corredor, por poca dificultad que tenga, me gusta llevar tres pitones (un universal, un extraplano y una uve); se pueden emplazar con el martillo piolet en caso de emergencia, en los lados rocosos del corredor.
Cuando emplazo algo en fisuras horizontales no me fío de los fisureros pasivos emplazados en esas posiciones; en su lugar, utilizo friends (si las fisuras son pequeñas, microfriends -los Alien van muy bien para eso), y también pongo a veces algún tricam (de la casa Camp), que, en especial, funcionan bastante bien en los agujeros, en los que no puede ponerse nada más. En sitios delicados en los que veo que puede fallar la pieza, algunas veces he instalado incluso una micro reunión, triangulando dos piezas. También va bien llevar un par de cintas exprés con disipador, sobre todo para el primer seguro a la salida de la reunión si éste no da mucha confianza
Una de las cosas por las que siempre me he interesado y que practico siempre que puedo es el de la progresión en ensamble medio en terreno con trepada delicada (pasajes aéreos) o en tramos de escalada de dificultad entorno al III o III+. Me di cuenta hace tiempo de que este tipo de progresión es todo un arte, por su complejidad y exigencias en destrezas técnica en el manejo de cuerdas y colocación de protecciones intermedias con fluidez y eficacia, no sólo por parte del escalador que pilota el avance, sino también del compañero: desde cómo recoger, encordarse y guiar la(s) cuerda(s), hasta saber realizar los nudos básicos (nudo dinámico, ballestrinque, ocho, nudo de tanca para los salientes de roca, etcétera, con los ojos cerrados y sin dudar) y gestionar bien, si se presentase la necesidad, una cordada de tres, o bien con una potencia para el escalador de enmedio, o bien en cordada en uve, cuando se necesita a menudo montar reuniones y progresar a tramos debido a que las dificultades alcanzan ya el IV grado, al tiempo que pasar rápidamente, otra vez, a la progresión en ensamble medio cuando la dificultad vuelve a bajar, y saber instalar rápeles cortos eficientemente sin desplegar toda la cuerda (nudo dufour). Me parece importantísimo conocer bien al compañero y practicar previamente con él o ellos (si se trata de una cordada de tres) antes de emprender un recorrido de este estilo (aristas, espolones,...). Los destrepes que tengan dificultad baja, y sin embargo sean expuestos, en los que, por cierto, muchos montañeros deciden desencordarse -por aquello de que "si uno se cae que no arrastre por lo menos al compañero"-, lo cual me parece un serio error, pueden también protegerse, y es importante aprender a hacerlo con fluidez: el escalador que baja primero, asegurado desde arriba por su compañero, debería colocar los seguros flotantes que estime necesarios, para que, una vez se encuentre en terreno seguro, montar una reunión rápida y poder proteger así al compañero que bajará a continuación.
Por otra parte, sucede a veces que en un grupo "numeroso" puede ser necesario, para salvar con seguridad un pasaje aislado, saber instalar un pasamanos (horizontal o bien vertical) para así proteger el paso de todo el grupo; y es en estas situaciones en las que se necesita saber realizar también los nudos necesarios para hacer estas instalaciones (nudo de mariposa, nudo de siete y medio, pasablock ...). Creo también que, en general, en terreno de trepada, todos los miembros del grupo deberían llevar casco, arnés ligero, mosquetón HMS y algún mosquetón de seguridad tipo B, además de cordino para confeccionar autobloqueantes, y por supuesto, y como material de grupo, una cuerda ligera (pero de triple homologación) y agunos fisureros, anillos de cinta, y algunas cintas exprés alpinas.
dimarts, 27 d’agost del 2024
Paseando por Buitrago del Lozoya
Deambulando por la sierra de La Cabrera
dijous, 22 d’agost del 2024
La catalogació de la dificultat en escalada en roca
La dificultat d'un pas en una via d'escalada ve propasada pels escaladors que han obert la via, i, més endavant, s'ajusta per consens entre totes les cordades que repeteixen l'itinerari. -oOo- Graus per mesurar passos d'escalada, segons l'escala de dificultat UIAA per a l'escalada lliure tradicional: I: Ja cal fer ús de les mans per progressar II: III: IV: V: V+: La dificultat del recorregut conjunt en una via, se sol mesurar a partir del pas de major dificultat. Així, ens podem trobar amb vies catalogades de: F (fàcil): La dificultat dels passos no supera el grau I PD (Poc dificil): Els passos solen ser de grau II BD (Bastant dificil): Passos de grau III D (Dificil): Ja hi trobem passos de grau IV o IV+ MD (Molt dificil): Cal superar passos de grau V ED (Extremadament dificil): Nombrosos passos de grau V i V+ Continua la graduació mitjançant l'escala francesa: 6a 6b 6c 7a 7b 7c 8a 8b 8c ... Cada grau pot anar precedit d'un símbol +, com a dificultat intermitja en un i altre
Graus de l'escalalada artificial: A0: Ajut eventual, traccionant la cinta posada a l'assegurança, ja sigui amb la ma o amb el peu (mintjançant una baga) Ae: Us dels estreps, amb les assegurances ja posades (equipament fix) A1: Protecció segura, amb fàcil pitonantge i de col·locació de fissurers actius o passius, fent ús del estreps i de traccions de les assegurances A2: Protecció ja no és fàcil: costa posar pitons o fissurers; i, tot i així, sempre queda algun emplaçament insegur, que, si bé pot aguantar el pes de l'escalador, és dubtós que pugui aturar una caiguda A3: De dificil protecció, per fissures mig cegues per exemple; cal, sovint, fer ús de ganxos. La distància entre aquelles assegurances que són capaces de suportar una caiguda es molt gran. A4: Protecció extremadament dificil i compromesa: cal fer ús de ploms i altres elements delicats; tal vegada sigui possible colocar (molt de tant en tant) un pitó o un fissurer capaç d'aguantar una eventual caiguda A5: Protecció extraordinàriament dificil i compromesa (l'exposició es altíssima), i les peces que es poden posar queden emplaçades de manera molt precària i només poden suportar el pes de l'escalador (no suportarien una caiguda)$\diamond$
dijous, 8 d’agost del 2024
Indicadores de senderos de la red Carpetania, senderos GR, y algunos recorridos sencillos en la Hiruela (Sierra del Rincón)
dimecres, 31 de juliol del 2024
Puerto de La Puebla (1636 m snm), sierra del Rincón
dimarts, 18 de juny del 2024
Un curs bàsc d'autorescat en paret
El dissabte passat vaig fer un curs d'autorrescat en paret a la Pedriza organitzar pel CAM (professor: Miguel), al sector Quebrantaherraduras Inferior. El lloc, que es un sector de vies d'escalada esportiva, es ideal, perquè les reunions estan molt ben instalades i les vies desplomen, la qual cosa permet realitzar les maniobres que hem practicat:
- Ascens per la corda fixada mitjançant un machard i un anell de 120 cm, i el reverso en posició guía a l'anell ventral, en el suposit d'haver de remuntar per la corda després d'haver caigut de primer en un pèndol
- Ascens per la corda fixada mitjançant dos machard i un anell de 120 cm, en el supòsit d'haver de remuntar quan, fent un ràpel, hom s'adona de que no s'arriba a la reunió inferior
- Descens per les cordes de ràpel carregadas, mitjançant dos machard, en la disposició del cas anterior, i amb el propòsit d'ajudar al company que ha quedat indisposat més avall. Nota: també es pot fer servir un o dos nusos valdostanos
- Descens del company des de la reunió, trasferint la càrrega del reverso (instalant un machard,i un mariner per desembragar la corda activa) a un dinàmic fugat (amb un nus de mula)
- Pujar al company a la reunió mitjançant un polipast 1:3 amb el material mínimo (machard i reverso), tot i que l'ideal, fóra, si es disposa de una polea bloquejadora, un tibloc i una politja, emprar aquests elements enlloc del machard i el reverso, ja que aquests resten molta eficiencia
- pujar al company a la reunió per la tècnica de contrapesar (reverso, o millor, politja bloquejadora tipus micro traxion i machard); (5) descens en ràpel en politja per ajudar a baixar al company (emprant el cap d'ancoratge per unir els anells ventrals, i machard como assegurança en el descens)
- Ràpel de circumstàncies amb el nús dinàmic (en el suposit d'haver perdut el reverso), posant les cordes passiva i activa de manera paral·lela i fent passar la passiva per un mosquetó HMS conectat a un machar a les cordes dobles, per sobre, havent conectat també el cap d'ancoratge a aquest moesquetó como assegurança en el descens.
Material essencial emprat: el que hom duu en escalada tradicional (reverso, 2 machards, 3 mosquetons HMS, 2 mosquetons de seguro tipus B, cordino/anell de cinta per a la reunió), a més, naturalment, de l'arnès, casc, etcétera.   $\diamond$
dilluns, 10 de juny del 2024
dimarts, 21 de maig del 2024
Primavera en el valle del Lozoya
dimarts, 14 de maig del 2024
dimarts, 16 d’abril del 2024
Mis botas Chiruca (modelo original)
Escalada deportiva en Punta Isis (bordillo), Valdemanco
Una vista de La Torre de Valdemanco
dijous, 11 d’abril del 2024
Paseando por La Pedriza del Manzanares
Un paseo por La Cabrera
dimecres, 3 d’abril del 2024
Flor de Jara
Cirerers en flor
divendres, 19 de gener del 2024
Un ejemplo de corrección de la declinación magnética a la hora de seguir un rumbo. Obtención del rumbo de aguja (magnético) a partir del rumbo verdadero (sobre el mapa) y de la declinación magnética
El $1/12/2024$, estando situados en un cierto lugar $A$, deseamos poner rumbo de aguja a otro lugar $B$. Utilizando el mapa, y habiendo identificado los lugares en él, unimos con el borde de la brújula (cartográfica) ambos puntos, y moviendo el limbo de la brújula —no es necesario orientar el mapa, ni utilizar la aguja magnética, cuando operamos con la brújula sobre el mapa— hasta que las líneas de dirección de la base transparente queden paralelas a las de los meridianos del mapa, leemos el rumbo (verdadero), que resulta ser $R_v=275^{\circ}$. Vemos, además, en la leyenda del mapa que la declinación magnética en la zona, en fecha $20/12/2018$, fue de $\delta_{0}=7^{\circ}\,W$; por otra parte, la leyenda del mapa nos dice, además, que la variación anual estimada es $5'\,E$ por año. Nos preguntamos, ¿cuál es el rumbo de aguja, $R_a$, que debemos llevar con la brújula?
Recordemos primero algunas cosas esenciales:
- Con la brújula, difícilmente podemos discriminar entre dos divisiones del limbo graduado, así pues las lecturas y el resultado de los cálculos los redondearemos al grado.
- Al poner la brújula sobre el mapa para medir el rumbo verdadero entre dos puntos del mapa, o bien para trazar una recta (desde un punto de referencia del mapa) con una cierta dirección, no es necesario ni utilizar la aguja magnética de la brújula ni haber orientado préviamente el mapa: basta con utilizar la brújula cartográfica como un simple transportador de ángulos, moviendo convenientemente el limbo graduado para alinear las líneas de dirección de la base transparente con las líneas de meridiano del mapa.
- El rumbo de aguja y el rumbo verdadero (trazado sobre el mapa) se relacionan de la forma: $R_v=R_a+\delta$,
- La declinación en la fecha actual es $\delta=\delta_0+\Delta\,\delta$, donde $\Delta\,\delta$ es igual a la variación anual de la declinación magnética multiplicada por el tiempo transcurrido (en años) desde la fecha que indica la leyenda del mapa hasta la fecha actual.
- Si la declinación magnética (dirección de la línea Norte magnético-Sur magnético con respecto a la línea Norte-Sur geográfico (verdadero) es hacia el Oeste, entonces convenimos que es una cantidad negativa, esto es $\delta \lt 0$; es positiva, $\delta \gt 0$, si la declinación es hacia el Este, y, por supuesto, si la declinación fuese nula, $\delta=0$, no habría que hacer ningua corrección y $R_v$ sería en tal caso igual a $R_a$.
- Nota: Suponemos que no hay campos magnéticos alrededor (que no sea el campo magnético de la Tierra) que puedan provocar un desvío adicional de la aguja magnética de la brújula; si no fuese así, y conociendo dicho desvío, $d$, se debería sumar a la declinación magnética dicho desvío (hablaríamos entonces de corrección total). Además, si el Norte de cuadrícula del mapa no coincidiese con el Norte verdadero (normalmente, la diferencia es despreciable), también se debería corregir el ángulo que forman uno con otro, $w$, y en tales casos, $R_v=R_a+\delta+d+w$.
- Observación: Si bien es importante el corregir la declinación en el ámbito de la Náutica o la Navegación Aérea, en el ámbito del Montañismo, y en algunas zonas, no lo es tanto, ya que ésta es despreciable, y aunque no lo fuese tanto, pongamos que su valor fuese de uno o dos grados, la baja precisión que podemos alcanzar con una simple brújula no haría (en tal caso) necesaria dicha corrección; eso sí, siendo consecuentes con la limitación de la precisión en los resultados.
Entonces, de $(3)$, tenemos que $R_a=R_v-\delta \quad (3')$. Necesitaremos por tanto calcular el valor de la declinación en la fecha actual. Por lo dicho en $(4)$ y $(5)$, tenemos que $\delta_0=7^{\circ}\,W=-7^{\circ}$, y teniendo en cuenta que la variáción anual de la declinación magnética es hacia el Este, $5'\,E$, ésta es positiva, y la escribiremos $+5'$. Entonces, al haber transcurrido (aproximadamente) $2024-2018=6\,\text{años}$, se tiene que $\delta=-7^{\circ}+8\cdot 5'=-7^{\circ}+40'=-7^{\circ}+(1^{\circ}-20')=-6^{\circ}\,20'$, es decir, $\delta \approx 6^{\circ}\,W$.
Entonces, de $(3')$, se tiene que $R_a=275^{\circ}-(-6^{\circ}\,20')=275^{\circ}+6^{\circ}\,20'=381^{\circ}\,20' \approx 381^{\circ}$. Éste es el rumbo (de aguja) que debemos seguir con la brújula, tomando referencias bien visibles en el terreno, empleando las técnicas de mojón fijo, y si fuese necesario, también las mojón móvil. $\diamond$