En vías de varios largos con seguros flotantes, he decidido volver a usar la placa-tubo Master Pro, de la casa Grivel, de frenado manual. Admite diámetros de 7,3 mm a 11 mm, y dispone de unos cuernecillos que permiten aumentar o disminuir la fricción. Creo que Pedro también lo ha utilizado. En vías de escalada deportiva, los aseguradores de frenado asistido que utilizo son el Revo (de la casa Wild Country) o bien el Grigri+ (de la casa Petzl). De los dos estoy muy satisfecho.En relación a los dispositivos aseguradores de Edelrid, Microjul y Megajul, que son de frenado exclusivamente asistido y que también he utilizado -no están diseñados para usarlos en modo manual-, es interesante valorar la posibilidad de emplearlos aún en vías con seguros flotantes, aún no permitiendo frenados tan dinámicos como las placas-tubo de frenado no asistido, pues, cuando el primero de cuerda pesa mucho más que el segundo -con una placa de frenado no asistido, incluso usando guantes, al asegurador se le puede deslizar la cuerda en una caída del primero- siempre que los seguros, si son flotantes, sean razonablemente fiables y empleando, sí o sí, la técnica de doble cuerda, incluso, si fuese necesario, empleando además alguna cinta exprés disipadora en algún que otro seguro precario. También puede valorarse la posibilidad de asegurar al primero con una placa-tubo convencional (de frenado no asistido) conectada, no al anillo ventral del asegurador, sino directamente a la reunión siempre que ésta esté montada para trabajar en todas las direcciones, o bien, si los anclajes de la reunión son parabolts o tensores químicos, conectada la placa-tubo a la baga de reunión, con ojo de pez; puede ser una muy buena opción cuando hay flanqueos delicados en el largo de cuerda, para evitar que el asegurador sea proyectado contra la pared y suelte involuntariamente la cuerda "inactiva" (de frenado) en el caso de una caída del compañero/a En mi humilde opinión, creo que en los cursos de formación se debería enseñar a detener caídas, simulando con un muñeco la caída de un primero (con cuerdas viejecillas, para no fatigar y castigar en exceso las nuevas): con placas-tubo, especialmente, manejando bien la demanda alternativa de las dos cuerdas, que no es sencillo hacerlo con soltura sin haberlo practicarlo antes suficientemente. El saber asegurar bien no sólo puede evitar accidentes, sino que es indispensable para que se cree una imprescible confianza mutua en la cordada
Para aprender a detener caídas, sin más, lo mejor sería utilizar algún tipo de pesa, o conjunto de pesas convenientemente unidas; las garrafas de agua serían un buen recurso, me parece a mí. Se podría así simular la caída de un escalador cuyo peso fuese superior al del asegurador. Ahora bien, el uso de un maniquí, quizá sería útil para simular caídas con alguna particularidad especial, como por ejemplo una caída cabeza abajo al haber guiado mal la cuerda el "escalador". Una saca de las que se usan para recoger escombros de las obras pude venir bien. Sson resistentes y suelen tener 4 fuertes asas. Aguantan mucha carga. Sin embargo, tengo que decir que no lo he probado con la finalidad que nos ocupa (aprender a detener la caída de un primero de cuerda). Se pueden encontrar en las tiendas de materiales de construcción o en ferreterías grandes. Pueden cargarse con pesos suficientemente grandes, 70 kg o más. En casa tengo una. Una vez suspendida la saca cargada, se me ocurre que su caída puede activarse de manera controlada mediante un mosquetón con disparador -en navegación a vela se utilizan a menudo este tipo de mosquetones para liberar rápidamente algunos elementos bajo carga mediante un cabo de accionamiento-, y pueden adquirirse en las tiendas de náutica. En principio, también podría servir un nudo de suelta rápida resistente como por ejemplo un nudo de bandolero, que se accionaría mediante un cabito desde una posición cómoda y segura.
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