diumenge, 7 de desembre del 2025

Uso avanzado de la radio en montaña

No os olvidéis del APRS (acrónimo en inglés 'Automatic Packet Reporting System') que puede usarse en frecuencias de radio si disponemos de un transceptor digital portátil VHF/UHF, con el protocolo DMR u otro similar, los cuales ya llevan un posicionador GPS incorporado.

El APRS Se emplea en radioafición (en las bandas destinadas a los radioaficionados). No hay que abonarse a ningún servicio, y un transceptor digital no es tan caro como los dispositivos satelitales. Permite compartir datos en tiempo real, como ubicaciones, partes meteorológicos, mensajes de texto y datos de telemetría. Es un recurso mucho más libre que el de los sistemas satelitales privatizados, y mucho más asequible en cuanto a costes.

Sin embargo, además de necesitar autorización para operar en las bandas de radioaficionado (Ham Radio, en inglés) -se consigue aprobando un examen en Telecomunicaciones, que no es difícil si se estudia un poco-, requiere sin embargo que estemos dentro de la zona de alcance de un repetidor digital. En la URE (Unión de Radioaficionadas Españoles) podéis ver un mapa con la localización de los repetidores en la península, Baleares y Canarias. También funciona en las redes de repetidores de otros países.

Aquí os dejo un artículo de Wikipedia para, si queréis, ampliar información: https://es.wikipedia.org/wiki/Automatic_Packet_Reporting_System

En los últimos años, además, han aparecido también redes de repetidores de bajo consumo basados en el sistema LORA (LoraWan, por ejemplo, o Meshtastic) que operan en las bandas de radio centimétricas y milimétricas. Con la instalación de diversos nodos autónomos energéticamente (baterías eficientes y de carga rápida con un pequeño panel fotovoltaico), situados en puntos clave de un macizo montañoso (los refugios, collados, brechas, valles, etcétera) alimentados mediante panales fotovoltaicos, se podría tener cobertura barata y libre en toda la zona. Son sistemas descentralizados, lo cual es una buena cosa.

El inconveniente de estos sistemas basados en LORA es que la transmisión de mensajes no es por voz sino que están basados en datos, tipo mensajería, con mensajes cortos pero precisos; sin embargo, esto no les resta funcionalidad a la hora de gestionar una emergencia. El usuario puede estos sistemas mediante la adptación de su teléfono del tipo smartphone. Es barata, fácil de usar ... muy asequible.

Os dejo aquí un enlace explicativo sobre las redes Meshtastic https://meshtastic.es/docs/introduccion/ y también del sistema Lora en el que se basan https://es.wikipedia.org/wiki/LoRa

Comparto tambien un vídeo en el que se explica muy bien que es una red Meshstastic ('mesh' significa malla o red). Creo que os va a gustar: [ https://youtu.be/qi3clr-u6-4?si=KQzBNIgXp5EDQsJr ]. Tiene muchas posibilidades para ser usada en un área (limitada en extensión) de montaña (alrededor de un refugio, por ejemplo: cumbres, collados, brechas,...) como una herramienta de salvaguarda en emergencias, alternativa a los sistemas que antes, sin duda, usaríamos si estuviesen operativos. Es un sistema de comunicación (aunque no por voz), descentralizado, de bajo consumo, y muy asequible económicamente.

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No obstante, en el estado actual de las cosas, veo muy razonable el uso de sistemas satelitales por parte de guías y otros profesionales -por no hablar de los navegantes a vela oceánicos-. En montaña, ciertamente, de ello puede depender el éxito en un rescate del grupo que estén guiando. Para los no profesionales, me parece que los sistemas satelitales son todavía carísimos y las empresas sobre las que recae el servicio están en manos de personajes siniestros y todopoderosos.

Como comenté en el encuentro por videoconferencia, no entiendo como aún no se ha emulado para emergencias terrestres, de alguna manera, el eficiente sistema GMDSS (del acrónimo en inglés 'Global Maritime Distress Safety System') basado en la radio, y que se utiliza con eficiencia en Náutica. Este sistema es también satelital y se basa en INMARSAT. Como está gestionado por los servicios de seguridad marítima de los gobiernos, es muy asequible, pues el posicionador GPS y los microcontroladores están integrados en el transceptor de radio que tiene que formar parte de una embarcación cuya área de navegación abarque al menos hasta 12 millas náuticas de la costa. El precio de esos transceptores está a la par que los de los transceptores portátiles de los radioaficionados, y el protocolo de emergencia se reduce a pulsar un botón rojo, pasando a continuación a un canal de trabajo (en la banda marina, el canal 16). Me pregunto por qué no se podría hacer algo parecido en tierra, y en particular, en montaña.

En el futuro, las redes irán creciendo (aumentando la conectividad y robustez) ... mejorando, y se prevé que las de repetidores en las bandas de radio, estén enlazadas también con las flotas de satélites. Eso en casos aislados ya existe, aunque esas redes, en general, aún no están operativas, salvo conocidas excepciones, como por ejemplo la del sistema GMDSS, en la que las estaciones terrestres se comunican con apoyo satelital.$\diamond$

Uso básico de la radio en montaña

En mis excursiones y escaladas suelo llevar un transceptor PMR para la banda de 446 MHz que es de uso libre. Nota: Para utilizar estos aparatos, aunque no requieran tener autorización, éstos tienen que estar homologados (marcado CE), con 0,5 W de potencia y antena no intercambiable.

En las vías de escalada de más de un largo va muy bien, pues es garantía de comunicación en la cordada, ya sea que sople el viento y no nos deje oírnos o bien si no hay visibilidad entre los compañeros en un largo y tampoco sea sencillo comunicarnos a voces; así no hay que ir dando gritos. Es ligero y no estorba. Mi compañero/a lleva otro PMR. Elegimos un canal y un subtono -a mí me gusta el canal 2 con subtono 22, que es el que solemos usar en mi club) y permanecemos a la escucha en el canal de emergencias (canal 7 con subtono 7). Cabe decir que el subtono sirve para que alguien que esté en el mismo canal no pueda meterse en la comunicación (algo importante en una vía de escalada), si bien puede escuchar perfectamente la nuestra.

Por otra parte, como soy radioaficionado, suelo llevarme un trasceptor portátil bibanda (VHF/UHF) que es bastante ligero (no pesa mucho más que un PMR), por si no tuviese cobertura de teléfono y, en caso de emergencia, no pudiese por tanto pedir ayuda a través del 112.

Con este transceptor, me mantengo a la escucha en la frecuencia de emergencias en la banda VHF de radioaficionados, 145,550 MHz; y, a la vez, en la frecuencia de emergencias de la banda UHF de radioaficionados, 433,550 MHz. En estas bandas no el alcance es bastante mayor que en PMR (y se puede operar a mayor potencia). Cabe decir que para estas bandas, que no son libres, se requiere tener autorización de radioaficionado.

En esas frecuencias (también con las de PMR), tiene que haber contacto visual entre un punto y otro, estoy es, sin que haya obstáculos de por medio; de ahí, la importancia de tener que subir, si no logramos comunicarnos.

Con suerte, quizás podamos utilizar algún repetidor de VHF o UHF cercano si no tenemos alcance directo con otra estación.

Es importante tener en cuenta que estas bandas y frecuencias que menciono no son las que utiliza a nivel operativo Protección Civil y REMER (146,175 Mhz) ni tampoco las que utilizan los servicios de rescate (el GREIM, por ejemplo) para comunicarse habitualmente entre ellos, pero es posible que, en sus bases, estén también a la escucha en esas frecuencias de radioaficionados; y, si no fuese así, es probable que logremos establecer comunicación con otro radioaficionado/a, o quizás con el guarda de algún refugio cercano, pues ellos sí tienen autorización para comunicar por VHF con los servicios de rescate mediante la frecuencia de REMER antes mencionada (146,175 Mhz), y pedirles que se pongan en contacto con los servicios de emergencia a través del 112 como intermediarios, facilitándoles todos nuestros datos, situación geográfica (ahora sí pondría en marcha mi posicionar GPS) y descripción del incidente/accidente.

También es posible utilizar un transceptor portáti para la Banda Ciudadana (27 MHz), que es una banda libre (no se requiere autorización). Para esa banda, el canal de emergencias es el 9. Sin embargo, al ser las antenas más bien largas (en relación a las de VHF/UHF) es un poco engorroso moverse en montaña con esos transceptores; además, el alcance local es más reducido que en VHF.

Como curiosidad, deciros también que existe una especialidad en la radioafición (SOTA, acrónimo del inglés 'Summits On The Air') que consiste en subir a las montañas con equipo radio, no sólo con un transceptor VHF/UHF portátil ligero, sino incluso con un transceptor de HF (ondas decamétricas) en portable, porteando también una batería ligera, antena de hilo largo (con un mástil telescópico) o bien con una antena vertical, además de algunos aparatos necesarios para realizar ajustes. Así, se pueden hacer contactos con otros radioaficionados/as, ya sea en fonía o en CW (telegrafía), empleando muy poca potencia (bastante menos de 5 W), lo cual, en la jerga se denomina QRP. Si las condiciones de propagación son muy buenas, se puede llegar a establecer comunicaciones con otros operadores a miles de kilómetros de distancia, gracias al rebote ionosférico de las ondas decamétricas, y ello a pesar de operar a tan baja frecuencia. Es todo un arte que combina el montañismo con la radio. $\diamond$

Mapas a la carta en el IGN

Comento lo siguiente por si pudiera ser de vuestro interés:

En el IGN podemos encargar mapas y fotografías aéreas en papel a la carta, especificando el área que necesitemos.

Hace unos meses, pasé por su tienda en Madrid para encargar una fotografía aérea que cubría la superficie de un embalse de la comunidad que en los mapas de la serie cartográfica 1:25 000 aparecía cortado en varias partes en cada tres de dichos mapas. Cosas así, suelen suceder cuando vamos buscando mapas para algunas excursiones.

Pedí una fotografía aérea, pero luego me informaron de que hubiese podido pedir un mapa a escala 1:25 000 a mi gusto, que comprendiese toda la superficie del embalse (como la fotografía que encargué). Para ello basta marcar las cuatro esquinas del mapa de muestra que está a disposición del público en una pantalla táctil. Hecho ésto, por lo menos la fotografía aérea, la imprimen en el acto.

No es necesario ir personalmente a una tienda, puede hacerse a través de su página web [ https://mapaalacarta.cnig.es/ ] y ellos lo envían a vuestro domicilio. $\diamond$

dijous, 27 de novembre del 2025

El método 3x3 de Werner Munter para planificiar un proyecto montañero y gestionar el riesgo

Acerca del método de gestión de riesgos de Werner Munter, conocido como 3x3, y para ir hablando de él, sé que trata del análisis de tres factores: a) las condiciones meteorológicas, b) las condiciones del terreno, y c) las condiciones del grupo; y, por ser éstas, en general, cambiantes, habrá que estudiar/controlar estos factores en las diversas fases del proyecto: 1) la de planificación, 2) la de inicio de la actividad (pongamos que habiendo llegado ya al aparcamiento), y 3) la del desarrollo de la actividad en sí, la cual incluye la aproximación, la escalada de la vía, y el descenso y retorno a casa. En alta montaña, conviene no descuidar esta última fase (3), pues esos tres condicionantes pueden cambiar a veces de manera muy rápida.

De ahí, pues, el nombre del método '3x3', pues podemos visualizar/anotar/controlar en una tabla de tres filas y tres columnas, toda esa información que, desde luego, es muchísima.

En mi opinión, creo que es un método muy bueno, pues favorece la comunicación entre los componentes del grupo, y la toma de consciencia de nuestras limitaciones y capacidades en todo momento. Es una manera juiciosa de conseguir que ese proyecto nos satisfaga y, sobre todo, se haga una correcta gestión de los riesgos, tomando las mejores decisiones en cada momento, y previendo vías de escape y planes alternativos desde el momento mismo de la planificación y hasta la última fase, la del desarrollo de la actividad.

A pesar de que la composición del grupo sea más o menos homogénea en capacidades, y aún de sernos favorables las condiciones meteorológicas y del terreno (buen manto nival/buena roca, ....), pudiera ocurrir que, eventualmente, algún miembro del grupo tuviese una merma, ya sea por una indisposición o por tener miedo o un mal día. En tal caso, creo que se debería variar el plan para adaptar los objetivos/planes a esas circunstancias y buscar alternativas razonables. En mi opinión, nunca se debería dejar solo/a a nadie ni dejar que nadie experimentase frustración ya que lo que nos mueve a ir a las montañas es el sentirnos felices y aprender de lo que hacemos.

Creo que en un grupo formado por amigos/compañeros, en el que no exista la figura de un profesional (guía/técnico deportivo), es muy importante la comunicación entre todos y el poder analizar con rigor cualquier propuesta para una buena toma de decisiones. En cada situación, me parece a mí, el liderazgo surge de manera natural, en función de las habilidades de cada miembro del grupo ante una determinada eventualidad. A mi modo de ver, no es bueno, y puede llegar a ser incluso peligroso, que una determinada persona (no siendo ésta profesional), en todo momento y para todo, asuma el liderazgo total de la actividad. Esa persona pudiera estar agotada, sentirse mal o, simplemente, estar equivocada. Creo que todos los miembros del grupo deberían estar preparados para asumir algún tipo de liderazgo durante el desarrollo de la actividad si las circunstancias lo requiriesen.

Desde luego, es en los pormenores de cada fase del proyecto dónde se puede incidir, de manera razonada, con toda la precisión de la que seamos capaces sobre todo ello.

Para aprender bien el método es aconsejable ensayarlo, partiendo de diversos supuestos, y aportando entre los compañeros nuestra forma de ver las situaciones y de cómo resolver posibles percances e incidentes, y siempre confiando en que la probabilidad de que se produzca un accidente quede acotada. $\diamond$

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Referencias: . Werner Munter, 3 x 3 Avalanchas. La gestión del riesgo en los deportes de invierno, Desnivel, Madrid, 2007.

diumenge, 13 de juliol del 2025

Cómo reseñar el grado de exposición de una vía de escalada

Tengo bastantes guías de Luis Alfonso y quiero comentar algo que agradezco mucho cuando las consulto, a la hora de elegir la vía reseñada que me gustaría escalar, y es el grado de exposición que él propone para dicha vía.

Entre la información global de la vía (año de la primera ascensión, nombre de los aperturistas/equipadores, número de largos y longitud de los mismos, cómo descender, etcétera), además del máximo grado obligado de dificultad técnica (la dificultad de cada largo viene descrita en el croquis), describe también el grado de exposición y el carácter de la vía (escalada tradicional, escalada semi equipada, e. equipada ...) : con la letra C (seguros flotantes) o con la letra S (seguros fijos), de manera que, en cualquiera de los dos casos, utiliza un número (del 1 al 4) detrás de la letra, de menor a mayor consecuencia probable ante una eventual caída del primero de cordada.

Por ejemplo, una vía cuya información global fuese: [120 m, 3 largos, reuniones equipadas, IV+ obligado,...,C1], indicaría -atención al último dato- que no hay seguros fijos y por tanto hay que proteger con seguros flotantes, aunque con bajo grado de exposición (tal como indica el '1' detrás de la 'C'), queriendo significar con ello que los seguros flotantes (fisureros, friends, puentes de roca, aros para arbolitos o setas,...) se colocan bien, y quedan bien (una eventual caída del primero de cordada no sería probable que tuviese consecuencias lesivas). En cambio, por poner un ejemplo de elevada exposición podría venir, por ejemplo, indicada de la forma [..., S4], lo cual indicaría que una caída inesperada, a pesar de haber seguros fijos (posiblemente muy pocos, sólo en los pasos clave), tendría consecuencias muy graves (largos vuelos, aterrizajes en repisas, o cosas así); y ya no digamos una vía reseñada con exposición C3 o C4 (seguros flotantes de muy difícil emplazamiento y distanciados, con alta probabilidad de fallo).

No todo es el grado de dificultad técnica. ¡Las guías que recogen esta buena información se agradecen!. $\diamond$

dimarts, 1 de juliol del 2025

Dos manuales sobre la seguridad y los encordamientos en crestas y terreno escarpado

Hace tiempo ya que añadí a mi biblioteca de montaña este buen libro de Toño Guerra: Cómo encordarse (Ed. Desnivel, 2016). El texto explicativo es claro, y las imágenes ayudan a entenderlo muy bien.

Ciertamente, en las crestas, terreno escarpado y glaciar, el correcto encordamiento en cada situación (ensamble corto, medio y largo, mini largos, y largos enteros) es muy importante, dejando una cierta longitud de cuerda recogida para escalar con toda la seguridad y fluidez posible y a la vez disfrutar también haciéndolo.

La instalación de reuniones y rápeles, así como la colocación de seguros intermedios de manera eficiente es también una labor imprescindible para poder realizar este tipo de actividades de montaña que reúne las técnicas y tácticas de la escalada tradicional con las básicas de alpinismo y poder hacer así un buen disfrute de lo que algunas personas denominan excursionismo vertical, cuidándonos mutuamente entre los compañeros/as de cordada.

Este manual ofrece una valiosa ayuda, para poder practicar y reflexionar sobre ello.

En mi opinión, este libro se complementa muy bien con el que, más recientemente, ha publicado Adriano "Pincho" Martín Cófreces: Gestión de la cuerda en terreno agreste. Técnicas básicas de cuerda corta (Ed. Cordillera Cantábrica, 2024). $\diamond$

Rápel con compañero inexperto

Suelo emplear el falso ocho en un rápel con un compañero inexperto, dejando preparado en las cuerdas de rápel (convenientemente pasadas por las argollas de la reunión) su descensor conectado ya a su anillo ventral con la correspondiente extensión, para poder bajar yo el primero con la carga en el falso ocho conectado a la reunión, despejando el descenso, hasta la reunión inferior. Una vez me he anclado a la reunión inferior, le pido a mi compañero que suelte el falso ocho -que me ha permitido a mí rapelar liberándole a su vez de la tensión de las cuerdas en carga durante mi descenso- y que empiece a rapelar, estando yo preparado para tensar las cuerdas desde abajo por si fuese necesario y así poder detenerle en el caso de que se le presentase algún percance. $\diamond$

dimarts, 6 de maig del 2025

Acerca de asegurar al primero de cordada con una "cesta" en una vía de escalada

En escalada tradicional, una manera de evitar que una caída del primero de cordada haga que, por lo que sea, la cuerda inactiva se escape de la mano de freno del asegurador (con la cesta de éste conectada a su anillo ventral) consiste simplemente en pasar la cuerda inactiva, tras la mano de freno, por un mosquetón HMS que abrace la parte posterior del arnés del asegurador; así, al salir la cuerda inactiva de las ranuras de la cesta con un ángulo muy cerrado, el freno (la cesta) tenderá a activarse (aunque no sea un freno asistido) en el caso de que, eventualmente, la cuerda llegase a deslizar por la mano de freno del asegurador. Espero que sea de utilidad, pues el compañero que va de primero puede sentirse así más seguro, y, desde luego, de esta manera podemos evitar un accidente ligado a ese percance. Por supuesto, escalando con dos cuerdas (dobles o gemelas) también puede aplicarse. $\diamond$

divendres, 18 d’abril del 2025

Progresión en crestas. Acerca de la opción de llevar la longitud de cuerda de reserva en la mochila, de manera complementaria a llevar también una cierta longitud de cuerda en anillos en bandolera

Comparto este artículo de Toño Guerra, un especialista en crestas que ha publicado varias guías. Me llama la atención, entre sus consejos, la opción de llevar longitud de cuerda de reserva en la mochila (algo que aún no he probado), como alternativa a llevarla en bandolera, si bien, ambas maneras de llevar esa longitud de couerda pueden combinarse, pues una vez se ha extraído cuerda de la mochila, cuesta volver a guardarla en ella, con lo cual, lo mejor ante esa eventualidad es guardar esos metro de cuerda (o los que hagan falta) en bandolera. Espero que os sirva. En mi opinión, es muy importante la confianza mutua y conocimiento a la par entre los miembros de la cordada [https://www.desnivel.com/mas-actividades/como-escalar-crestas/]

Aunque ya conozco el mundo de las crestas, con la intención de refrescar cosas, corregir errores, y aprender otras nuevas, me he inscrito a un curso de crestas que organiza mi club, a finales de mayo en el Guadarrama. Los puntos que vamos a trabajar son los siguientes:

  • Revisión del material de escalada, su uso y precauciones a tomar
  • Seguridad en las crestas y terrenos escarpados, puntos criticos y situaciones a evitar
  • Nudos de encordamiento y de aseguramiento
  • Técnicas de progresión en ensamble: corto, medio y largo. Emplazamiento de seguros intermedios
  • Montaje y desmontaje de reuniones en la progresión a largos, y puntos estáticos de aseguramiento durante la progresión en ensamble (minireuniones)
  • Maniobras de rapel
  • Comunicación en la cordada

Utilizo a veces el falso ocho en los encordamientos en tramos de crestas o terreno escarpado con poca exposición en los que no haya que escalar (también, a veces, uso el ballestrinque a un mosquetón HMS con cierre de seguridad conectado al anillo ventral). Cuando en algunos tramos tengo que escalar uso el doble medio pescador, asegurando también el pequeño bucle que queda con un mosquetón de seguridad al anillo ventral, o bien el as de guía (también asegurando el pequeño bucle que queda con mosquetón de seguridad al anillo ventral).

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Esquí de montaña en situaciones en las que se necesita ir encordados

Comparto este vídeo del guía Manuel Suárez en el que se muestra la técnica de descenso en esquí (de montaña) en cordada, útil en travesías glaciares o en pendientes (no heladas) con ciertos riesgos que puedan hacer mella en algún esquiador con insuficiente nivel: [https://youtu.be/2r60ov1kkF0?si=aXWro1FVMkv-dY8V]

La seguridad corre a cargo del esquiador más experto, que esquía en última posición, con los bastones guardados en la mochila (atravesados horizontalmente) y aros de cuerda de reserva en una mano para maniobrar convenientemente, alejándose o distanciándose de su compañero. El esquiador que va en primera posición (el menos experto) esquía con bastones y sin aros de cuerda en la mano; ambos llevan el piolet colocado en la hombrera de la mochila, para sacarlo con rapidez, si fuese necesario. El encordamiento es parecido al encordamiento en glaciar, pero con matices. La cuerda de reserva del esquiador que va en última posición va recogida en bandolera o bien en la mochila, con un nudo ballestrinque al anillo ventral; sin embargo, la conexión de la cuerda al arnés del esquiador que desciende en primera posición se realiza con un aro de cinta alondrada al anillo ventral, y que da la vuelta a su cintura, conectada con un nudo de ocho a la cuerda mediante un mosquetón de seguridad, al objeto de poder liberar la cuerda rápidamente de ser necesario. Se sobreentiende que el esquiador menos experto (el que desciende en primera posición) debería llevar también la suficiente cuerda de reserva por si fuese su compañero el que cayese en una grieta. Hay un artículo en el número 439 de la Revista Desnivel que lo explica en detalle. Ni que decir tiene que, de ser necesario, en algún punto del descenso o de la travesía, y al objeto de salvar un escalón o un tramo helado o rocoso con suficiente seguridad, la cordada esquiadora debería detenerse y montar una reunión para bajar en rápel, y proseguir luego con el descenso simultáneo en cordada en el caso de que tal cosa siguiese siendo necesaria. En el artículo se hace hincapié en la necesidad de hacer las suficientes prácticas previas en un espacio controlado (el escenario del vídeo es una pista de esquí alpino, bien pisada y con buena nieve) antes de utilizar esta técnica en alta montaña.

Uso del Grigri (o similar) en crestas y terreno escarpado

Estoy leyendo el nuevo libro de Ewaldo Sandoval, Trucos y técnicas para imprevistos en escalada clásica, Desnivel, 2025, y me ha llamado la atención la opción que propone en relación al aseguramiento mutuo entre los dos miembros de una cordada que progrese en simultáneo (crestas, terreno escarpado,...)

Me ha sorprendido, viniendo la propuesta de Ewaldo Sandoval, que es un especialista en escalada tradicional, y que en sus anteriores libros, aboga siempre por el uso de las cestas convencionales. Algo bueno debe de tener esto que propone, en el contexto de las crestas y terrenos escarpados, donde lo más habitual es progresar en ensamble, y la rapidez en las transiciones de aseguramiento son muy importantes.

Con la finalidad de contar con una rápida transición al aseguramiento al compañero, ambos utilizan un dispositivo tipo Grigri (pp. 128-132). Intento resumirlo, esperando que se entienda:

El escalador que va delante, poniendo siempre seguros intermedios, lleva el extremo de la cuerda (emplean una cuerda en simple) atada al anillo ventral con un nudo de ocho y, dejando una pequeña holgura, lleva instalado su Grigri en la cuerda (en posición normal de asegurar/rapelar) conectado éste con un mosquetón de seguridad al anillo ventral; de esta manera, eventualmente, y si fuese necesario, puede dar o recuperar cuerda, y asegurar a su compañero que escala detrás de él muy rápidamente (previa parada en un emplazamiento seguro).

A su vez, el escalador que va detrás, va encordado en el otro extremo de la cuerda con un nudo de ocho, lleva algunos unos bucles de cuerda (sobrantes o de reserva en bandolera) -desde luego, con el nudo preceptivo al anillo ventral (ballestrinque, o, según propone el autor, un nudo de mariposa) para evitar el estrangulamiento/desequilibrio de los anillos en bandolera- conectando también su Grigri (instalado en la cuerda) a su anillo ventral del arnés, a corta distancia del nudo ballestrinque, o del mencionado nudo de mariposa que propone el autor, dejando una holgura suficiente (unos 50 cm) entre dicho nudo y el Grigri para poder actuar sobre éste cuando tenga que dar o recuperar cuerda o asegurar a su compañero que va delante, habiendo parado convenientemente y emplazado un seguro rápido y fiable, estando atento al paso que va a dar su compañero que va delante, prestándole especial atención y cuidado en dicho paso.

De esta manera la acción de aseguramiento mutuo es mucho más rápida en relación al método convencional, pues no se pierde tiempo en poner un sugundo mosquetón HMS en el anillo ventral para asegurar con un nudo dinámico al compañero o regular el ballestrinque, que es como siempre lo he hecho. En el libro, se entiende muy bien esta propuesta gracias al detalle y precisión de los dibujos ilustrativos que caracterizan los libros de Ewaldo Sandoval, y también a la claridad de sus explicaciones textuales.

Personalmente, ignoraba que se pudiera dar ese inteligente uso al Grigri (o disipositivos similares, como el Pinch, entre otros) para, más allá del uso que se le suele dar en escalada deportiva, escalar en escenarios de aventura/alpinos que se presten a la escalada en simultáneo (en ensamble), tales como crestas o terreno escarpado.

Aunque el principal inconveniente del Grigri o de frenos asistidos similares es la brusquedad y la consiguiente falta de dinamicidad para parar una caída en comparación con el uso del nudo dinámico, el aumento en la rapidez de las transiciones al aseguramiento quizá compensan sobradamente ese defectillo, pues de lo que se trata precisamente en este tipo de escenarios es el evitar en lo posible que se produzca la caída, manteniendo siempre la cuerda activa en una suave tensión mientras se progresa (simultáneamente) para así controlar y corregir posibles desequilibrios; de todas maneras, además, hay que tener en cuenta que el escenario no es el de una pared vertical, y por tanto las fuerzas de choque esperables (salvo algún péndulo accidental, a evitar a toda costa) no se espera que sean tan altas. Me parece muy interesante. Tengo muchas ganas de probarlo :)

Desde luego, además de todo ésto, ni que decir tiene que, si fuese necesario, hay que pasar de la progresión en simultáneo a la progresión por largos (montando reuniones) en los pasajes más delicados.

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dimecres, 2 d’abril del 2025

Placas del Canalla, El Tranco, La Pedriza

Aprovechando esta ventana de buen tiempo (la roca se ha secado después de unos días sin lluvia), he ido con Julio a escalar a las Placas del Canalla, un sector de iniciación y bien equipado, con parabolts M-12 y descuelgues con anillas. Son vías de unos 30 m, aunque una de ellas tiene dos largos (en total, unos 50 m), y de baja dificultad de IV a IV+ (quizás algún quintillo). Al enfilar el sendero, nos hemos encontrado con Luiso, al que acabamos de conocer, y hemos pasado el día los tres juntos. El sector tiene orientación sur, y el sol ha lucido lo suyo. Ha sido una jornada sosegada, con buena conversación y agradable compañía.

dimarts, 25 de febrer del 2025

Valdemanco. Placa del PR y sector Punta Isis

Salida de escalada deportiva a Valdemanco. Personalmente, hacía más de un año que no escalaba. Nos hemos juntado Julio, Igancio, Juan Ignacio y yo. Hemos estado escalando en la Placa del PR (vías de IV+ en técnica de adherencia) y en la Punta Isis (un V en técnica de diedro, una vía corta, pero muy bonita), sector adyacente a la Placa del PR, en el que mis compañeros han probado algunas vías difícies con la cuerda pasada por el top rope. En estos dos sectores es fácil acceder a las cabeceras (sin escalar) para instalarlas.

Placa del PR, vista desde el sendero PR por el que se sube al Cancho del Hierro. La Placa del PR está a unos 15 minutos del aparcamiento. La poca inclinación que se aprecia en la fotografía es engañosa
Una vía de IV+ de la Placa del PR. Si bien la dificultad es baja (de iniciación), el primer seguro está muy arriba: prestar atención al empezar, para no resbalar antes de chaparlo, en especial si la roca no está del todo seca; incluso, mejor utilizar la caña si no tenemos bien asumido este grado.
Al fondo, visto desde la Placa del PR, el roquedo de Punta Isis (con vías con dificultades de V a 6b+), al lado de la Placa del PR. La vía de V (la del pequeño diedro) de Punta Isis está justo en el centro de la fotografía

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