En un terreno de cresta he usado a veces una cuerda de 60 m de triple homologación, concretamente una Opera (8,5 mm de diámetro). El caso es que, si se decide usar esa cuerda a la manera de dos medias cuerdas, buscando el centro y encordándose el primero en dicho centro, yo siempre lo he hecho con un nudo de ocho, pero, claro, abulta mucho. He pensado hacerlo también con un as de guía doble, pero aún no lo he probado. Me pregunto si existe algún otro nudo que sea fiable para eso y que no abulte tanto como el ocho. $\diamond$
diumenge, 10 de novembre del 2024
Uso de una única cuerda (de triple homologación), de 60 m de longitud y 8,5 mm de diámetro, para progresar en crestas o terreno escarpado, empleándola como dos medias cuerdas en doble o como dos medias cuerdas como gemelas
Tres breves reseñas bibliográficas sobre tres manuales
Me permito recomendaros tres libros editados por la Editorial Desnivel que me parecen muy buenos, ambos del mismo autor, Ewaldo Sandoval: (1) Escalando vías de varios largos con la técnica de doble cuerda, publicado en 2018; (2) Cómo montar reuniones en vías de varios largos, publicado en 2016. El texto es claro y muy preciso en las descripciones, y los dibujos son muy detallados; y (3), otro estupendo manual, que me parece "de cabecera", y que está escrito por varios autores en colaboración, es Montañismo. La libertad de las cimas, publicado también en España por la Editorial Desnivel en 2016. Viene actualizándose desde 1960 en sucesivas ediciones; ésta (última hasta el momento) es la séptima. Con los nuevos materiales y algunas maneras de hacer, se espera una nueva actualización (la octava), si bien, me parece a mí, en lo esencial el manual es perfectamente válido en la actualidad. El texto, es muy esmerado y la traducción al castellano muy cuidada, y, al igual que en los libros de Ewaldo Sandoval que he comentado arriba, los dibujos están muy bien hechos y son muy detallados; priman sobre las fotografías, lo cual aporta mucha claridad y precisión pues ayudan a entender muy bien las explicaciones textuales. El manual cubre todos los aspectos que intervienen en el montañismo (término o concepto, por cierto, en el que los autores inscriben los de alpinismo y la escalada): técnicas de escalada en roca, nieve y hielo, progresión por terreno escarpado, encordamiento, materiales, orientación, meteorología, nivología, primeros auxilios, organización y psicología de grupo, etcétera. Todos ellos, hace años que no dejo de consultarlos. Joan Aranès Clua, Por favor, si tenéis recomendaciones, os quedaré muy agradecido. $\diamond$
dilluns, 4 de novembre del 2024
Escalar a los sensenta y tantos
En esta entrada de mi blog de montaña, cuento un poco lo que hago yo, para añadir a mis consideraciones sobre el tema. Tengo 66 años y mi techo de dificultad en escalada es bajo, hasta cuarto grado, si bien puedo intentar pasos de quinto, aislados, siempre que estén bien protegidos con seguros fijos o bien los pueda autoproteger de manera fiable; si es necesario, utilizo los estribos. Como mis salidas de escalada suelen verse interrumpidas por lapsos de varios meses a lo largo del año, suelo retomar la escalada en vías deportivas de hasta quinto grado más o menos, para, a continuación, hacer algún itinerario sencillo, y de varios largos, equipado o semiequipado. Cuando ya me siento bien adaptado a la roca y me muevo con soltura, me gusta probar itinerarios también sencillos, pero de autoprotección (friends, fisureros, bagas para las sabinas, puentes de roca, etcétera), incluyendo alguna cresta sencilla. Empecé a escalar y a hacer alpinismo en los años ochenta en algunas clásicas aristas Brucs de Montserrat (Agulles), algunas vías en la Roca dels Arcs y en Terradets (Montsec), como la CADE o la Anglada-Guillamón, entre otras; y, también, en el Pirineo y Cadí: crestas (Salenques-Tempestades, Alba, Bessiberris, etcétera) y corredores sencillos, como el corredor Swan entre los dos Astazou, el corredor Estasen en el Aneto, etcétera. Así pues, como veis, "mi grado" era también entonces el IV o IV+ a lo largo de los 20 años (ochenta y noventa) — en los tramos de III o III+, disfrutaba de verdad, y sigo haciéndolo, :) —, aún estando en muy buena forma física (corría larga distancia, hacía excursiones en bicicleta, esquí de montaña, ...). Actualmente, como es natural por mi edad, mi forma física ya no es ni mucho menos tan buena, por eso intento buscar itinerarios no tan largos ni con aproximaciones tan exigentes como aquellos de mi juventud, pero eso sí intento que esos sitios o esas vías modestas y humildes me proporcionen la posibilidad de sentir y seguir conociéndome a mí mismo en la medida de mis posibilidades y en la de mis compañeros/as de cordada. Actualmente, como vivo en Madrid, estoy conociendo las montañas de aquí (Pedriza, La Cabrera, Sierra Norte de Guadalajara, etcétera). Doy mucho valor al compañero/a: intento que nos vayamos conociendo bien, haciendo para ello los ensayos y prácticas necesarias, y, así, ir adquiriendo confianza mutua, a la vez que procuro que tengamos aspiraciones, maneras de ver la montaña, y niveles físicos, psicológicos y técnicos similares. Los rocódromos no me gustan :) Las cuerdas que uso son las siguientes:
- (1) Para vías de varios largos, dos cuerdas de 60 m y 8,5 mm, de triple homologación.
- (2) Para crestas sencillas, una cuerda de triple homologación de 9.2 mm y 30 m, junto con un cordino hiperestático de 35 m para recuperar la cuerda en los rápeles largos (de hasta 30 m)
- (3) Para crestas con pasos en los que hay que parar la progresión en ensamble medio y progresar por tramos, dos cuerdas ligeras de 7,9 mm y de 30 m, las dos homologadas para trabajar en doble o bien en gemelas
- (4) En algunos itinerarios sencillos en los que hay que hacer tramos largos, me llevo una cuerda de 60 m y de 8,5 mm y un cordino hiperestático de 60 m y 6 mm (PurLine) para la recuperación de la cuerda de rápel (si es muy largo) y también para subir alguna mochila o petate en tramos de chimenea si ello fuese necesario.
- (5) A veces escalo sólo, en lo que se viene a denominar en top rope; es decir, una cuerda fijada en la cabecera de una vía corta. Para ello, utilizo cuerda semiestática de 10,5 mm de diámetro. Subo a la cabecera por un sendero o bien por medio de una trepada que no sea expuesta e instalo la cabecera: busco el centro de la cuerda que ya tengo marcada, y, después de instalar una buena triangulación, y haciendo un nudo de dos orejas para conectar ambos cabos, los lanzo hasta el pie de via, teniendo así dos líneas, una principal por la que subir autoasegurado mediante un bloqueador (suelo el bloqueador de pecho Croll, de la casa Petzl, con el correspondiente arnés de pecho para posicionarlo correctamente, el cual confecciono con cinta plana), y una línea secundaria a la que, en la subida, me conectaré también mediante un anticaídas.
Escalada en solitario en top rope
De vez en cuando, cuando no encuentro compañero/a de escalada, suelo escalar solo, con la cuerda fijada en la cabecera de alguna vía deportiva bien equipada, a cuya cabecera pueda acceder fácilmente, andando o con una fácil trepada, sin escalar, y en la que me sienta cómodo, para instalar lo necesario y fijar la cuerda. Me gustaría explicar cómo lo hago, por si podéis detectar algún error tanto en la técnica que utilizo como en su puesta en práctica. Todo consejo consejo para la mejora lo agradeceré. Utilizo el material que paso a describir, que utilizo del siguiente modo:
- Elijo una vía de escalada deportiva a la que pueda acceder a su cabecera andando, con el material necesario (cuerda, arnés, casco, quad, descensor, anticaídas, mosquetones con cierre de seguridad tipo B, y cabo de anclaje para operar en la cabecera con seguridad)
- Instalo la cabecera, triangulando los seguros de la misma con una baga de reunión, o incluso, mejor, con un quad que ya llevo preparado
- Utilizo una cuerda semiestática de 10,5 mm, y buco el centro de la misma (que ya tengo marcado), preparando así dos líneas paralelas; hago un ocho de dos orejas en el centro, y con sendos mosquetones con cierre de seguridad conecto esas dos líneas (o cabos) al quad de la cabecera. Lanzo los dos cabos y desciendo en rápel hasta el pie vía por uno de ellos. Como soy consciente de que estoy solo, conecto un anticaídas (un Back-Up de la casa Kong) al otro cabo o línea secundaria (al que llamaré línea de vida) uniéndolo a su correspondiente mosquetón de acero que lleva a mi anillo ventral. Utilizo un ocho para descender porque veo que va muy bien con la cuerda semiestática, con extensión a mi anillo ventral y un machard de seguridad por debajo del mismo.
- Una vez he llegado al pie de vía, desconecto el ocho y su extensión y lo guardo en el portamaterial del arnés y empiezo a escalar, asegurándome con un Croll (bloqueador) en la línea principal, conectado a mi anillo ventral con un mosquetón de seguridad y posicionándolo convenientemente (en vertical) con un mosquetón que llevo en el arnés de pecho el cual confecciono con una baga de cinta plana de manera muy sencilla. A medida que asciendo, el Croll (bloqueador) corre sin dificultad, de manera que si no me sale un paso, simplemente cargo mi peso sobre el Croll y descanso. Además, llevo conectado mi Back-Up (anticaídas) al otro cabo paralelo (línea de vida), en modo sólo ascenso, por si algo fallara en la línea principal. El Back-Up, lo llevo también conectado directamente al anillo ventral de mi arnés con su mosquetón de acero, y va siguiéndome también sin dificultad sin que tenga que preocuparme del mismo.
- Al subir, llevo también preparados un puño bloqueador y un estribo guardados en el portamaterial, por si por algún motivo o percance tuviese que ascender por la línea principal con esos medios artificiales. Y, desde luego, siempre llevo el casco puesto, el teléfono a mano y un silbato.
- Una vez arriba, o bien desmonto el tinglado y bajo andando, o bien vuelvo a descender en rápel para repetir la vía si estoy trabajando algún paso que otro.
Acerca de algunos dispositivos de frenado asistido
Me gustaría hacer el siguiente comentario acerca de las especificaciones de los vendedores sobre algunos dispositivos aseguradores, en especial, los empleados con cuerdas dobles y gemelas. En concreto, me referiré a algunos de la casa Edelrid: Gigajul, Megajul y Microjul. Los he probado los tres; el último el Gigajul. Pues bien, según las especificaciones de los comercios que lo venden (copian y pegan unos de otros), dicen: "...compatible con cuerdas dobles y gemelas con diámetros de 7,1 mm a 10 mm". Me gustó y lo compré (las cuerdas que uso son más bien finas: dos cuerdas Géminis de 7,9 mm y dos cuerdas Opera de 8,5 mm). Sin embargo, el caso es que, a posteriori, leyendo la hoja de especificaciones del fabricante (comparto debajo el enlace), se advierte (se puntualiza) que estos diámetros no se recomiendan. Ciertamente, con cuerdas que tengan diámetros por debajo de 9 mm no frena bastante, especialmente, cuando se usa el Gigajul en modo manual (no asistido), aunque con cuerdas gemelas va mejor. El Microjul es muy eficaz con cuerdas finas. Sin embargo, es un dispositivo de freno asistido y, por tanto, la frenada es poco dinámica, lo cual es un inconveniente si los seguros son flotantes, pues la fuerza de choque los puede hacer saltar. En mi opinión, ni el fabricante ni los comercios no advierten bien sobre este inconveniente, al igual que ocurre con el Megajul. No obstante, cabe decir también que, con cuerda simple, en las vías de escala deportiva (seguros fiables) el Megajul funciona muy bien como dispositivo de freno asistido. También hay que tener en cuenta que tanto con el Microjul como con el Megajul, al asegurar a los segundos, hay que pasar las cuerdas justo al revés que en las demás placas-tubo. Por otra parte, las dos permiten realizar el rápel autoasegurado, sin necesidad de extensión y machard (o un Shunt), pero yo prefiero hacer los rápeles como con cualquier otra placa tubo convencional (que no tenga asistencia de frenado): con extensión y nudo autobloqueante, si bien hay que posicionar correctamente tanto el Microjul como el Megajul, con el asa mirando hacia el pecho. En la modalidad de rápel autoasegurado, el posicionamiento del asa, conectado el dispositivo al anillo ventral, va tal como se asegura a un primero con dichos dispositivos (Microjul y Macrojul): con el asa, hacia la pared, la cual sirve para colocar el pulgar de la mano de frenado, a la vez que se sujeta la cuerda "inactiva" abrazándola, por debajo del pulgar, con el resto de dedos de dicha mano, cerrando la mano, lo cual permite un movimiento de giro de la muñeca, en uno u otro sentido, para o bien dar cuerda o bien bloquearla; no obstante, supuesto, no nunca hay que soltar la cuerda de frenado, a pesar de tratarse de un dispositivo de frenado asistido Los dispositivos aseguradores de Edelrid, Microjul y Megajul, que son de frenado exclusivamente asistido y que también he utilizado -no están diseñados para usarlos en modo manual-, es interesante valorar la posibilidad de emplearlos aún en vías con seguros flotantes, aún no permitiendo frenados tan dinámicos como las placas-tubo de frenado no asistido, pues, cuando el primero de cuerda pesa mucho más que el segundo -con una placa de frenado no asistido, incluso usando guantes, al asegurador se le puede deslizar la cuerda en una caída del primero- siempre que los seguros, si son flotantes, sean razonablemente fiables y empleando, sí o sí, la técnica de doble cuerda, incluso, si fuese necesario, empleando además alguna cinta exprés disipadora en algún que otro seguro precario. También puede valorarse la posibilidad de asegurar al primero con una placa-tubo convencional (de frenado no asistido) conectada, no al anillo ventral del asegurador, sino directamente a la reunión siempre que ésta esté montada para trabajar en todas las direcciones, o bien, si los anclajes de la reunión son parabolts o tensores químicos, conectada la placa-tubo a la baga de reunión, con ojo de pez; puede ser una muy buena opción cuando hay flanqueos delicados en el largo de cuerda, para evitar que el asegurador sea proyectado contra la pared y suelte involuntariamente la cuerda "inactiva" (de frenado) en el caso de una caída del compañero/a.
Aprender a detener la caída de un primero de cuerda
En vías de varios largos con seguros flotantes, he decidido volver a usar la placa-tubo Master Pro, de la casa Grivel, de frenado manual. Admite diámetros de 7,3 mm a 11 mm, y dispone de unos cuernecillos que permiten aumentar o disminuir la fricción. Creo que Pedro también lo ha utilizado. En vías de escalada deportiva, los aseguradores de frenado asistido que utilizo son el Revo (de la casa Wild Country) o bien el Grigri+ (de la casa Petzl). De los dos estoy muy satisfecho.En relación a los dispositivos aseguradores de Edelrid, Microjul y Megajul, que son de frenado exclusivamente asistido y que también he utilizado -no están diseñados para usarlos en modo manual-, es interesante valorar la posibilidad de emplearlos aún en vías con seguros flotantes, aún no permitiendo frenados tan dinámicos como las placas-tubo de frenado no asistido, pues, cuando el primero de cuerda pesa mucho más que el segundo -con una placa de frenado no asistido, incluso usando guantes, al asegurador se le puede deslizar la cuerda en una caída del primero- siempre que los seguros, si son flotantes, sean razonablemente fiables y empleando, sí o sí, la técnica de doble cuerda, incluso, si fuese necesario, empleando además alguna cinta exprés disipadora en algún que otro seguro precario. También puede valorarse la posibilidad de asegurar al primero con una placa-tubo convencional (de frenado no asistido) conectada, no al anillo ventral del asegurador, sino directamente a la reunión siempre que ésta esté montada para trabajar en todas las direcciones, o bien, si los anclajes de la reunión son parabolts o tensores químicos, conectada la placa-tubo a la baga de reunión, con ojo de pez; puede ser una muy buena opción cuando hay flanqueos delicados en el largo de cuerda, para evitar que el asegurador sea proyectado contra la pared y suelte involuntariamente la cuerda "inactiva" (de frenado) en el caso de una caída del compañero/a En mi humilde opinión, creo que en los cursos de formación se debería enseñar a detener caídas, simulando con un muñeco la caída de un primero (con cuerdas viejecillas, para no fatigar y castigar en exceso las nuevas): con placas-tubo, especialmente, manejando bien la demanda alternativa de las dos cuerdas, que no es sencillo hacerlo con soltura sin haberlo practicarlo antes suficientemente. El saber asegurar bien no sólo puede evitar accidentes, sino que es indispensable para que se cree una imprescible confianza mutua en la cordada
Para aprender a detener caídas, sin más, lo mejor sería utilizar algún tipo de pesa, o conjunto de pesas convenientemente unidas; las garrafas de agua serían un buen recurso, me parece a mí. Se podría así simular la caída de un escalador cuyo peso fuese superior al del asegurador. Ahora bien, el uso de un maniquí, quizá sería útil para simular caídas con alguna particularidad especial, como por ejemplo una caída cabeza abajo al haber guiado mal la cuerda el "escalador". Una saca de las que se usan para recoger escombros de las obras pude venir bien. Sson resistentes y suelen tener 4 fuertes asas. Aguantan mucha carga. Sin embargo, tengo que decir que no lo he probado con la finalidad que nos ocupa (aprender a detener la caída de un primero de cuerda). Se pueden encontrar en las tiendas de materiales de construcción o en ferreterías grandes. Pueden cargarse con pesos suficientemente grandes, 70 kg o más. En casa tengo una. Una vez suspendida la saca cargada, se me ocurre que su caída puede activarse de manera controlada mediante un mosquetón con disparador -en navegación a vela se utilizan a menudo este tipo de mosquetones para liberar rápidamente algunos elementos bajo carga mediante un cabo de accionamiento-, y pueden adquirirse en las tiendas de náutica. En principio, también podría servir un nudo de suelta rápida resistente como por ejemplo un nudo de bandolero, que se accionaría mediante un cabito desde una posición cómoda y segura.
Aprender y practicar con con calma y seguridad
Una buena manera de empezar con el cacharreo (fisureros, anillos para puentes de roca, sabinas y cuernos de roca, y friends) es elegir una pared corta cuya configuración y tipo de roca se brinde a hacer ensayos, pero subiendo como un "falso primero", que consiste en ir poniendo seguros, asegurado por un compañero, pero también por otro compañero que te asegure en modo polea, o bien desde arriba, en ambos casos, siempre que exista otro camino fácil, que permita subir andando. Habiendo pues montado previamente la correspondiente cabecera de la vía, o en su caso, la reunión, valiéndonos de elementos naturales fiables -puede ir bien un árbol, o un sólido y estable bloque, laceándolo con un anillo grande, por ejemplo-, ya estarás asegurado también desde arriba. Así, uno puede probar el emplazamiento de fisureros y friends, aprendiendo de los errores, sin caídas, sin mucho estrés. Para que no haya sustos con las presas precarias (por su poca solidez), hay que limpiar antes la pared de las cosas peligrosas que puedan desprenderse, descendiéndola en rápel autoasegurado. Por supuesto, hay que procurar causar el mínimo destrozo en la pared. Si estás solo, tomando todas las precauciones, puedes subir arriba por un camino fácil para fijar una línea principal y otra de respeto paralela, tal como habíamos comentado cuando hablamos de la escalada en solitario con cuerda fijada arriba. Así, subiendo desde abajo, autoasegurado en la línea principal con un bloqueador y con un anticaídas en la línea secundaria, puedes, también así, ir simulando el chapado de las cintas a los seguros flotantes (que vas emplazando a medida que asciendes) a la cuerda que emplearías yendo de primero, como si hubiese un compañero asegurándote desde abajo, pero que, ahora, éste es sólo imaginario: la cuerda, tendida, sólo va siguiéndote, pero te permite probar los seguros y ensayar los gestos a la hora de emplazar y chapar. Me gustaría comentar que cuando emplazo algo en fisuras horizontales no me fío de los fisureros pasivos emplazados en esas posiciones; en su lugar, utilizo friends (si las fisuras son pequeñas, microfriends -los Alien van muy bien para eso), y también pongo a veces algún tricam (de la casa Camp), que, en especial, funcionan bastante bien en los agujeros, en los que no puede ponerse nada más. En sitios delicados en los que veo que puede fallar la pieza, algunas veces he instalado incluso una micro reunión, triangulando dos piezas. También va bien llevar un par de cintas exprés con disipador, sobre todo para el primer seguro a la salida de la reunión si éste no da mucha confianza No suelo establecer una puntuación, pero si estoy cómodo en el lugar de la reunión, y si la tengo que montar con seguros flotantes (lo mejor que sepa), una vez instalada del todo, pruebo uno a uno los seguros, cargando con cuidado mi peso en un estribo. En vías largas, aunque no haya pasos de artificial, siempre llevo :) Así estoy más tranquilo. Y si puedo utilizar un elemento natural fiable (un buen puente de roca, un árbol, un bloque fiable ... ), mejor. Si la reunión hay que instalarla con fisureros y friends (eligiendo, si se puede, los grandes i medianos antes que los pequeños), y si el siguiente largo lo va a hacer de primero el compañero que, ahora, va de segundo, valoro también la posibilidad de prescindir de la baga de reunión, instalándola directamente con las dos cuerdas. De esta manera, se puede contar con ese añadido de dinamicidad de las mismas. En un corredor, por poca dificultad que tenga, me gusta llevar tres pitones (un universal, un extraplano y una uve); se pueden emplazar con el martillo piolet en caso de emergencia, en los lados rocosos del corredor.
Consideraciones muy generales acerca del tipo de escalada que me gusta
Si tengo que montar la reunión con seguros flotantes, una vez instalada del todo, pruebo uno a uno los seguros, cargando con cuidado mi peso en un estribo. En vías largas, aunque no haya pasos de artificial. Así me siento más tranquilo. Y si puedo utilizar un elemento natural fiable (un buen puente de roca, un árbol, un bloque fiable ... ), mejor. Si la reunión hay que instalarla con fisureros y friends (eligiendo, si se puede, los grandes i medianos antes que los pequeños), y si el siguiente largo lo va a hacer de primero el compañero que, ahora, va de segundo, valoro también la posibilidad de prescindir de la baga de reunión, instalándola directamente con las dos cuerdas. De esta manera, se puede contar con ese añadido de dinamicidad de las mismas. En un corredor, por poca dificultad que tenga, me gusta llevar tres pitones (un universal, un extraplano y una uve); se pueden emplazar con el martillo piolet en caso de emergencia, en los lados rocosos del corredor.
Cuando emplazo algo en fisuras horizontales no me fío de los fisureros pasivos emplazados en esas posiciones; en su lugar, utilizo friends (si las fisuras son pequeñas, microfriends -los Alien van muy bien para eso), y también pongo a veces algún tricam (de la casa Camp), que, en especial, funcionan bastante bien en los agujeros, en los que no puede ponerse nada más. En sitios delicados en los que veo que puede fallar la pieza, algunas veces he instalado incluso una micro reunión, triangulando dos piezas. También va bien llevar un par de cintas exprés con disipador, sobre todo para el primer seguro a la salida de la reunión si éste no da mucha confianza
Una de las cosas por las que siempre me he interesado y que practico siempre que puedo es el de la progresión en ensamble medio en terreno con trepada delicada (pasajes aéreos) o en tramos de escalada de dificultad entorno al III o III+. Me di cuenta hace tiempo de que este tipo de progresión es todo un arte, por su complejidad y exigencias en destrezas técnica en el manejo de cuerdas y colocación de protecciones intermedias con fluidez y eficacia, no sólo por parte del escalador que pilota el avance, sino también del compañero: desde cómo recoger, encordarse y guiar la(s) cuerda(s), hasta saber realizar los nudos básicos (nudo dinámico, ballestrinque, ocho, nudo de tanca para los salientes de roca, etcétera, con los ojos cerrados y sin dudar) y gestionar bien, si se presentase la necesidad, una cordada de tres, o bien con una potencia para el escalador de enmedio, o bien en cordada en uve, cuando se necesita a menudo montar reuniones y progresar a tramos debido a que las dificultades alcanzan ya el IV grado, al tiempo que pasar rápidamente, otra vez, a la progresión en ensamble medio cuando la dificultad vuelve a bajar, y saber instalar rápeles cortos eficientemente sin desplegar toda la cuerda (nudo dufour). Me parece importantísimo conocer bien al compañero y practicar previamente con él o ellos (si se trata de una cordada de tres) antes de emprender un recorrido de este estilo (aristas, espolones,...). Los destrepes que tengan dificultad baja, y sin embargo sean expuestos, en los que, por cierto, muchos montañeros deciden desencordarse -por aquello de que "si uno se cae que no arrastre por lo menos al compañero"-, lo cual me parece un serio error, pueden también protegerse, y es importante aprender a hacerlo con fluidez: el escalador que baja primero, asegurado desde arriba por su compañero, debería colocar los seguros flotantes que estime necesarios, para que, una vez se encuentre en terreno seguro, montar una reunión rápida y poder proteger así al compañero que bajará a continuación.
Por otra parte, sucede a veces que en un grupo "numeroso" puede ser necesario, para salvar con seguridad un pasaje aislado, saber instalar un pasamanos (horizontal o bien vertical) para así proteger el paso de todo el grupo; y es en estas situaciones en las que se necesita saber realizar también los nudos necesarios para hacer estas instalaciones (nudo de mariposa, nudo de siete y medio, pasablock ...). Creo también que, en general, en terreno de trepada, todos los miembros del grupo deberían llevar casco, arnés ligero, mosquetón HMS y algún mosquetón de seguridad tipo B, además de cordino para confeccionar autobloqueantes, y por supuesto, y como material de grupo, una cuerda ligera (pero de triple homologación) y agunos fisureros, anillos de cinta, y algunas cintas exprés alpinas.