dijous, 27 de novembre del 2025

El método 3x3 de Werner Munter para planificiar un proyecto montañero y gestionar el riesgo

Acerca del método de gestión de riesgos de Werner Munter, conocido como 3x3, y para ir hablando de él, sé que trata del análisis de tres factores: a) las condiciones meteorológicas, b) las condiciones del terreno, y c) las condiciones del grupo; y, por ser éstas, en general, cambiantes, habrá que estudiar/controlar estos factores en las diversas fases del proyecto: 1) la de planificación, 2) la de inicio de la actividad (pongamos que habiendo llegado ya al aparcamiento), y 3) la del desarrollo de la actividad en sí, la cual incluye la aproximación, la escalada de la vía, y el descenso y retorno a casa. En alta montaña, conviene no descuidar esta última fase (3), pues esos tres condicionantes pueden cambiar a veces de manera muy rápida.

De ahí, pues, el nombre del método '3x3', pues podemos visualizar/anotar/controlar en una tabla de tres filas y tres columnas, toda esa información que, desde luego, es muchísima.

En mi opinión, creo que es un método muy bueno, pues favorece la comunicación entre los componentes del grupo, y la toma de consciencia de nuestras limitaciones y capacidades en todo momento. Es una manera juiciosa de conseguir que ese proyecto nos satisfaga y, sobre todo, se haga una correcta gestión de los riesgos, tomando las mejores decisiones en cada momento, y previendo vías de escape y planes alternativos desde el momento mismo de la planificación y hasta la última fase, la del desarrollo de la actividad.

A pesar de que la composición del grupo sea más o menos homogénea en capacidades, y aún de sernos favorables las condiciones meteorológicas y del terreno (buen manto nival/buena roca, ....), pudiera ocurrir que, eventualmente, algún miembro del grupo tuviese una merma, ya sea por una indisposición o por tener miedo o un mal día. En tal caso, creo que se debería variar el plan para adaptar los objetivos/planes a esas circunstancias y buscar alternativas razonables. En mi opinión, nunca se debería dejar solo/a a nadie ni dejar que nadie experimentase frustración ya que lo que nos mueve a ir a las montañas es el sentirnos felices y aprender de lo que hacemos.

Creo que en un grupo formado por amigos/compañeros, en el que no exista la figura de un profesional (guía/técnico deportivo), es muy importante la comunicación entre todos y el poder analizar con rigor cualquier propuesta para una buena toma de decisiones. En cada situación, me parece a mí, el liderazgo surge de manera natural, en función de las habilidades de cada miembro del grupo ante una determinada eventualidad. A mi modo de ver, no es bueno, y puede llegar a ser incluso peligroso, que una determinada persona (no siendo ésta profesional), en todo momento y para todo, asuma el liderazgo total de la actividad. Esa persona pudiera estar agotada, sentirse mal o, simplemente, estar equivocada. Creo que todos los miembros del grupo deberían estar preparados para asumir algún tipo de liderazgo durante el desarrollo de la actividad si las circunstancias lo requiriesen.

Desde luego, es en los pormenores de cada fase del proyecto dónde se puede incidir, de manera razonada, con toda la precisión de la que seamos capaces sobre todo ello.

Para aprender bien el método es aconsejable ensayarlo, partiendo de diversos supuestos, y aportando entre los compañeros nuestra forma de ver las situaciones y de cómo resolver posibles percances e incidentes, y siempre confiando en que la probabilidad de que se produzca un accidente quede acotada. $\diamond$

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Referencias: . Werner Munter, 3 x 3 Avalanchas. La gestión del riesgo en los deportes de invierno, Desnivel, Madrid, 2007.

diumenge, 13 de juliol del 2025

Cómo reseñar el grado de exposición de una vía de escalada

Tengo bastantes guías de Luis Alfonso y quiero comentar algo que agradezco mucho cuando las consulto, a la hora de elegir la vía reseñada que me gustaría escalar, y es el grado de exposición que él propone para dicha vía.

Entre la información global de la vía (año de la primera ascensión, nombre de los aperturistas/equipadores, número de largos y longitud de los mismos, cómo descender, etcétera), además del máximo grado obligado de dificultad técnica (la dificultad de cada largo viene descrita en el croquis), describe también el grado de exposición y el carácter de la vía (escalada tradicional, escalada semi equipada, e. equipada ...) : con la letra C (seguros flotantes) o con la letra S (seguros fijos), de manera que, en cualquiera de los dos casos, utiliza un número (del 1 al 4) detrás de la letra, de menor a mayor consecuencia probable ante una eventual caída del primero de cordada.

Por ejemplo, una vía cuya información global fuese: [120 m, 3 largos, reuniones equipadas, IV+ obligado,...,C1], indicaría -atención al último dato- que no hay seguros fijos y por tanto hay que proteger con seguros flotantes, aunque con bajo grado de exposición (tal como indica el '1' detrás de la 'C'), queriendo significar con ello que los seguros flotantes (fisureros, friends, puentes de roca, aros para arbolitos o setas,...) se colocan bien, y quedan bien (una eventual caída del primero de cordada no sería probable que tuviese consecuencias lesivas). En cambio, por poner un ejemplo de elevada exposición podría venir, por ejemplo, indicada de la forma [..., S4], lo cual indicaría que una caída inesperada, a pesar de haber seguros fijos (posiblemente muy pocos, sólo en los pasos clave), tendría consecuencias muy graves (largos vuelos, aterrizajes en repisas, o cosas así); y ya no digamos una vía reseñada con exposición C3 o C4 (seguros flotantes de muy difícil emplazamiento y distanciados, con alta probabilidad de fallo).

No todo es el grado de dificultad técnica. ¡Las guías que recogen esta buena información se agradecen!. $\diamond$

dimarts, 1 de juliol del 2025

Dos manuales sobre la seguridad y los encordamientos en crestas y terreno escarpado

Hace tiempo ya que añadí a mi biblioteca de montaña este buen libro de Toño Guerra: Cómo encordarse (Ed. Desnivel, 2016). El texto explicativo es claro, y las imágenes ayudan a entenderlo muy bien.

Ciertamente, en las crestas, terreno escarpado y glaciar, el correcto encordamiento en cada situación (ensamble corto, medio y largo, mini largos, y largos enteros) es muy importante, dejando una cierta longitud de cuerda recogida para escalar con toda la seguridad y fluidez posible y a la vez disfrutar también haciéndolo.

La instalación de reuniones y rápeles, así como la colocación de seguros intermedios de manera eficiente es también una labor imprescindible para poder realizar este tipo de actividades de montaña que reúne las técnicas y tácticas de la escalada tradicional con las básicas de alpinismo y poder hacer así un buen disfrute de lo que algunas personas denominan excursionismo vertical, cuidándonos mutuamente entre los compañeros/as de cordada.

Este manual ofrece una valiosa ayuda, para poder practicar y reflexionar sobre ello.

En mi opinión, este libro se complementa muy bien con el que, más recientemente, ha publicado Adriano "Pincho" Martín Cófreces: Gestión de la cuerda en terreno agreste. Técnicas básicas de cuerda corta (Ed. Cordillera Cantábrica, 2024). $\diamond$

Rápel con compañero inexperto

Suelo emplear el falso ocho en un rápel con un compañero inexperto, dejando preparado en las cuerdas de rápel (convenientemente pasadas por las argollas de la reunión) su descensor conectado ya a su anillo ventral con la correspondiente extensión, para poder bajar yo el primero con la carga en el falso ocho conectado a la reunión, despejando el descenso, hasta la reunión inferior. Una vez me he anclado a la reunión inferior, le pido a mi compañero que suelte el falso ocho -que me ha permitido a mí rapelar liberándole a su vez de la tensión de las cuerdas en carga durante mi descenso- y que empiece a rapelar, estando yo preparado para tensar las cuerdas desde abajo por si fuese necesario y así poder detenerle en el caso de que se le presentase algún percance. $\diamond$

dimarts, 6 de maig del 2025

Acerca de asegurar al primero de cordada con una "cesta" en una vía de escalada

En escalada tradicional, una manera de evitar que una caída del primero de cordada haga que, por lo que sea, la cuerda inactiva se escape de la mano de freno del asegurador (con la cesta de éste conectada a su anillo ventral) consiste simplemente en pasar la cuerda inactiva, tras la mano de freno, por un mosquetón HMS que abrace la parte posterior del arnés del asegurador; así, al salir la cuerda inactiva de las ranuras de la cesta con un ángulo muy cerrado, el freno (la cesta) tenderá a activarse (aunque no sea un freno asistido) en el caso de que, eventualmente, la cuerda llegase a deslizar por la mano de freno del asegurador. Espero que sea de utilidad, pues el compañero que va de primero puede sentirse así más seguro, y, desde luego, de esta manera podemos evitar un accidente ligado a ese percance. Por supuesto, escalando con dos cuerdas (dobles o gemelas) también puede aplicarse. $\diamond$

divendres, 18 d’abril del 2025

Progresión en crestas. Acerca de la opción de llevar la longitud de cuerda de reserva en la mochila, de manera complementaria a llevar también una cierta longitud de cuerda en anillos en bandolera

Comparto este artículo de Toño Guerra, un especialista en crestas que ha publicado varias guías. Me llama la atención, entre sus consejos, la opción de llevar longitud de cuerda de reserva en la mochila (algo que aún no he probado), como alternativa a llevarla en bandolera, si bien, ambas maneras de llevar esa longitud de couerda pueden combinarse, pues una vez se ha extraído cuerda de la mochila, cuesta volver a guardarla en ella, con lo cual, lo mejor ante esa eventualidad es guardar esos metro de cuerda (o los que hagan falta) en bandolera. Espero que os sirva. En mi opinión, es muy importante la confianza mutua y conocimiento a la par entre los miembros de la cordada [https://www.desnivel.com/mas-actividades/como-escalar-crestas/]

Aunque ya conozco el mundo de las crestas, con la intención de refrescar cosas, corregir errores, y aprender otras nuevas, me he inscrito a un curso de crestas que organiza mi club, a finales de mayo en el Guadarrama. Los puntos que vamos a trabajar son los siguientes:

  • Revisión del material de escalada, su uso y precauciones a tomar
  • Seguridad en las crestas y terrenos escarpados, puntos criticos y situaciones a evitar
  • Nudos de encordamiento y de aseguramiento
  • Técnicas de progresión en ensamble: corto, medio y largo. Emplazamiento de seguros intermedios
  • Montaje y desmontaje de reuniones en la progresión a largos, y puntos estáticos de aseguramiento durante la progresión en ensamble (minireuniones)
  • Maniobras de rapel
  • Comunicación en la cordada

Utilizo a veces el falso ocho en los encordamientos en tramos de crestas o terreno escarpado con poca exposición en los que no haya que escalar (también, a veces, uso el ballestrinque a un mosquetón HMS con cierre de seguridad conectado al anillo ventral). Cuando en algunos tramos tengo que escalar uso el doble medio pescador, asegurando también el pequeño bucle que queda con un mosquetón de seguridad al anillo ventral, o bien el as de guía (también asegurando el pequeño bucle que queda con mosquetón de seguridad al anillo ventral).

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Esquí de montaña en situaciones en las que se necesita ir encordados

Comparto este vídeo del guía Manuel Suárez en el que se muestra la técnica de descenso en esquí (de montaña) en cordada, útil en travesías glaciares o en pendientes (no heladas) con ciertos riesgos que puedan hacer mella en algún esquiador con insuficiente nivel: [https://youtu.be/2r60ov1kkF0?si=aXWro1FVMkv-dY8V]

La seguridad corre a cargo del esquiador más experto, que esquía en última posición, con los bastones guardados en la mochila (atravesados horizontalmente) y aros de cuerda de reserva en una mano para maniobrar convenientemente, alejándose o distanciándose de su compañero. El esquiador que va en primera posición (el menos experto) esquía con bastones y sin aros de cuerda en la mano; ambos llevan el piolet colocado en la hombrera de la mochila, para sacarlo con rapidez, si fuese necesario. El encordamiento es parecido al encordamiento en glaciar, pero con matices. La cuerda de reserva del esquiador que va en última posición va recogida en bandolera o bien en la mochila, con un nudo ballestrinque al anillo ventral; sin embargo, la conexión de la cuerda al arnés del esquiador que desciende en primera posición se realiza con un aro de cinta alondrada al anillo ventral, y que da la vuelta a su cintura, conectada con un nudo de ocho a la cuerda mediante un mosquetón de seguridad, al objeto de poder liberar la cuerda rápidamente de ser necesario. Se sobreentiende que el esquiador menos experto (el que desciende en primera posición) debería llevar también la suficiente cuerda de reserva por si fuese su compañero el que cayese en una grieta. Hay un artículo en el número 439 de la Revista Desnivel que lo explica en detalle. Ni que decir tiene que, de ser necesario, en algún punto del descenso o de la travesía, y al objeto de salvar un escalón o un tramo helado o rocoso con suficiente seguridad, la cordada esquiadora debería detenerse y montar una reunión para bajar en rápel, y proseguir luego con el descenso simultáneo en cordada en el caso de que tal cosa siguiese siendo necesaria. En el artículo se hace hincapié en la necesidad de hacer las suficientes prácticas previas en un espacio controlado (el escenario del vídeo es una pista de esquí alpino, bien pisada y con buena nieve) antes de utilizar esta técnica en alta montaña.