En escalada tradicional, una manera de evitar que una caída del primero de cordada haga que, por lo que sea, la cuerda inactiva se escape de la mano de freno del asegurador (con la cesta de éste conectada a su anillo ventral) consiste simplemente en pasar la cuerda inactiva, tras la mano de freno, por un mosquetón HMS que abrace la parte posterior del arnés del asegurador; así, al salir la cuerda inactiva de las ranuras de la cesta con un ángulo muy cerrado, el freno (la cesta) tenderá a activarse (aunque no sea un freno asistido) en el caso de que, eventualmente, la cuerda llegase a deslizar por la mano de freno del asegurador. Espero que sea de utilidad, pues el compañero que va de primero puede sentirse así más seguro, y, desde luego, de esta manera podemos evitar un accidente ligado a ese percance. Por supuesto, escalando con dos cuerdas (dobles o gemelas) también puede aplicarse. $\diamond$
Llibreta de muntanya
dimarts, 6 de maig del 2025
Acerca de asegurar al primero de cordada con una "cesta"
divendres, 18 d’abril del 2025
Progresión en crestas. Acerca de la opción de llevar la longitud de cuerda de reserva en la mochila, de manera complementaria a llevar también una cierta longitud de cuerda en anillos en bandolera
Comparto este artículo de Toño Guerra, un especialista en crestas que ha publicado varias guías. Me llama la atención, entre sus consejos, la opción de llevar longitud de cuerda de reserva en la mochila (algo que aún no he probado), como alternativa a llevarla en bandolera, si bien, ambas maneras de llevar esa longitud de couerda pueden combinarse, pues una vez se ha extraído cuerda de la mochila, cuesta volver a guardarla en ella, con lo cual, lo mejor ante esa eventualidad es guardar esos metro de cuerda (o los que hagan falta) en bandolera. Espero que os sirva. En mi opinión, es muy importante la confianza mutua y conocimiento a la par entre los miembros de la cordada [https://www.desnivel.com/mas-actividades/como-escalar-crestas/]
Aunque ya conozco el mundo de las crestas, con la intención de refrescar cosas, corregir errores, y aprender otras nuevas, me he inscrito a un curso de crestas que organiza mi club, a finales de mayo en el Guadarrama. Los puntos que vamos a trabajar son los siguientes:
- Revisión del material de escalada, su uso y precauciones a tomar
- Seguridad en las crestas y terrenos escarpados, puntos criticos y situaciones a evitar
- Nudos de encordamiento y de aseguramiento
- Técnicas de progresión en ensamble: corto, medio y largo. Emplazamiento de seguros intermedios
- Montaje y desmontaje de reuniones en la progresión a largos, y puntos estáticos de aseguramiento durante la progresión en ensamble (minireuniones)
- Maniobras de rapel
- Comunicación en la cordada
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Esquí de montaña en situaciones en las que se necesita ir encordados
Comparto este vídeo del guía Manuel Suárez en el que se muestra la técnica de descenso en esquí (de montaña) en cordada, útil en travesías glaciares o en pendientes (no heladas) con ciertos riesgos que puedan hacer mella en algún esquiador con insuficiente nivel: [https://youtu.be/2r60ov1kkF0?si=aXWro1FVMkv-dY8V]
La seguridad corre a cargo del esquiador más experto, que esquía en última posición, con los bastones guardados en la mochila (atravesados horizontalmente) y aros de cuerda de reserva en una mano para maniobrar convenientemente, alejándose o distanciándose de su compañero. El esquiador que va en primera posición (el menos experto) esquía con bastones y sin aros de cuerda en la mano; ambos llevan el piolet colocado en la hombrera de la mochila, para sacarlo con rapidez, si fuese necesario. El encordamiento es parecido al encordamiento en glaciar, pero con matices. La cuerda de reserva del esquiador que va en última posición va recogida en bandolera o bien en la mochila, con un nudo ballestrinque al anillo ventral; sin embargo, la conexión de la cuerda al arnés del esquiador que desciende en primera posición se realiza con un aro de cinta alondrada al anillo ventral, y que da la vuelta a su cintura, conectada con un nudo de ocho a la cuerda mediante un mosquetón de seguridad, al objeto de poder liberar la cuerda rápidamente de ser necesario. Se sobreentiende que el esquiador menos experto (el que desciende en primera posición) debería llevar también la suficiente cuerda de reserva por si fuese su compañero el que cayese en una grieta. Hay un artículo en el número 439 de la Revista Desnivel que lo explica en detalle. Ni que decir tiene que, de ser necesario, en algún punto del descenso o de la travesía, y al objeto de salvar un escalón o un tramo helado o rocoso con suficiente seguridad, la cordada esquiadora debería detenerse y montar una reunión para bajar en rápel, y proseguir luego con el descenso simultáneo en cordada en el caso de que tal cosa siguiese siendo necesaria. En el artículo se hace hincapié en la necesidad de hacer las suficientes prácticas previas en un espacio controlado (el escenario del vídeo es una pista de esquí alpino, bien pisada y con buena nieve) antes de utilizar esta técnica en alta montaña.
Uso del Grigri (o similar) en crestas y terreno escarpado
Estoy leyendo el nuevo libro de Ewaldo Sandoval, Trucos y técnicas para imprevistos en escalada clásica, Desnivel, 2025, y me ha llamado la atención la opción que propone en relación al aseguramiento mutuo entre los dos miembros de una cordada que progrese en simultáneo (crestas, terreno escarpado,...)
Me ha sorprendido, viniendo la propuesta de Ewaldo Sandoval, que es un especialista en escalada tradicional, y que en sus anteriores libros, aboga siempre por el uso de las cestas convencionales. Algo bueno debe de tener esto que propone, en el contexto de las crestas y terrenos escarpados, donde lo más habitual es progresar en ensamble, y la rapidez en las transiciones de aseguramiento son muy importantes.
Con la finalidad de contar con una rápida transición al aseguramiento al compañero, ambos utilizan un dispositivo tipo Grigri (pp. 128-132). Intento resumirlo, esperando que se entienda:
El escalador que va delante, poniendo siempre seguros intermedios, lleva el extremo de la cuerda (emplean una cuerda en simple) atada al anillo ventral con un nudo de ocho y, dejando una pequeña holgura, lleva instalado su Grigri en la cuerda (en posición normal de asegurar/rapelar) conectado éste con un mosquetón de seguridad al anillo ventral; de esta manera, eventualmente, y si fuese necesario, puede dar o recuperar cuerda, y asegurar a su compañero que escala detrás de él muy rápidamente (previa parada en un emplazamiento seguro).
A su vez, el escalador que va detrás, va encordado en el otro extremo de la cuerda con un nudo de ocho, lleva algunos unos bucles de cuerda (sobrantes o de reserva en bandolera) -desde luego, con el nudo preceptivo al anillo ventral (ballestrinque, o, según propone el autor, un nudo de mariposa) para evitar el estrangulamiento/desequilibrio de los anillos en bandolera- conectando también su Grigri (instalado en la cuerda) a su anillo ventral del arnés, a corta distancia del nudo ballestrinque, o del mencionado nudo de mariposa que propone el autor, dejando una holgura suficiente (unos 50 cm) entre dicho nudo y el Grigri para poder actuar sobre éste cuando tenga que dar o recuperar cuerda o asegurar a su compañero que va delante, habiendo parado convenientemente y emplazado un seguro rápido y fiable, estando atento al paso que va a dar su compañero que va delante, prestándole especial atención y cuidado en dicho paso.
De esta manera la acción de aseguramiento mutuo es mucho más rápida en relación al método convencional, pues no se pierde tiempo en poner un sugundo mosquetón HMS en el anillo ventral para asegurar con un nudo dinámico al compañero o regular el ballestrinque, que es como siempre lo he hecho. En el libro, se entiende muy bien esta propuesta gracias al detalle y precisión de los dibujos ilustrativos que caracterizan los libros de Ewaldo Sandoval, y también a la claridad de sus explicaciones textuales.
Personalmente, ignoraba que se pudiera dar ese inteligente uso al Grigri (o disipositivos similares, como el Pinch, entre otros) para, más allá del uso que se le suele dar en escalada deportiva, escalar en escenarios de aventura/alpinos que se presten a la escalada en simultáneo (en ensamble), tales como crestas o terreno escarpado.
Aunque el principal inconveniente del Grigri o de frenos asistidos similares es la brusquedad y la consiguiente falta de dinamicidad para parar una caída en comparación con el uso del nudo dinámico, el aumento en la rapidez de las transiciones al aseguramiento quizá compensan sobradamente ese defectillo, pues de lo que se trata precisamente en este tipo de escenarios es el evitar en lo posible que se produzca la caída, manteniendo siempre la cuerda activa en una suave tensión mientras se progresa (simultáneamente) para así controlar y corregir posibles desequilibrios; de todas maneras, además, hay que tener en cuenta que el escenario no es el de una pared vertical, y por tanto las fuerzas de choque esperables (salvo algún péndulo accidental, a evitar a toda costa) no se espera que sean tan altas. Me parece muy interesante. Tengo muchas ganas de probarlo :)
Desde luego, además de todo ésto, ni que decir tiene que, si fuese necesario, hay que pasar de la progresión en simultáneo a la progresión por largos (montando reuniones) en los pasajes más delicados.
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dimecres, 2 d’abril del 2025
Placas del Canalla, El Tranco, La Pedriza
Aprovechando esta ventana de buen tiempo (la roca se ha secado después de unos días sin lluvia), he ido con Julio a escalar a las Placas del Canalla, un sector de iniciación y bien equipado, con parabolts M-12 y descuelgues con anillas. Son vías de unos 30 m, aunque una de ellas tiene dos largos (en total, unos 50 m), y de baja dificultad de IV a IV+ (quizás algún quintillo). Al enfilar el sendero, nos hemos encontrado con Luiso, al que acabamos de conocer, y hemos pasado el día los tres juntos. El sector tiene orientación sur, y el sol ha lucido lo suyo. Ha sido una jornada sosegada, con buena conversación y agradable compañía.
dimarts, 25 de febrer del 2025
Valdemanco. Placa del PR y sector Punta Isis
Salida de escalada deportiva a Valdemanco. Personalmente, hacía más de un año que no escalaba. Nos hemos juntado Julio, Igancio, Juan Ignacio y yo. Hemos estado escalando en la Placa del PR (vías de IV+ en técnica de adherencia) y en la Punta Isis (un V en técnica de diedro, una vía corta, pero muy bonita), sector adyacente a la Placa del PR, en el que mis compañeros han probado algunas vías difícies con la cuerda pasada por el top rope. En estos dos sectores es fácil acceder a las cabeceras (sin escalar) para instalarlas.
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diumenge, 1 de desembre del 2024
Escalada de primero autoasegurado (en solitario)
En relación a la escalada en solitario con la cuerda por abajo ('lead rope solo', en inglés), hay que tener cuidado con lo que se encuentra en la red (especialmente con los vídeos), pues muchos de esos autores utilizan dispositivos que no están homologados con esa finalidad por los fabricantes (Grigri, Revo, etcétera), y son muchas las cosas que pueden fallar. Cuándo uno ve esos vídeos todo parece bonito y hasta sencillo, pero no lo es en absoluto, lo segundo desde luego no lo es. Que yo sepa, hay pocos dispositivos que sí están homologados para escalar en solitario con la cuerda por abajo, y que por lo tanto hayan pasado satisfactoriamente los ensayos preceptivos: Soloist, Silent Partner ... Sin embargo, y no sé la razón, por ahora sólo se encuentran en el mercado de segunda mano y a unos precios exorbitantes. En mi humilde opinión, creo que no está mal aprender la técnica de escalada en solitario (siempre de manera controlada), pero, además, con un profesor, y, acaso, como recurso de emergencia, por la posibilidad extrema que, aunque remota, pueda presentarse un día al tener que salir de una vía por arriba y pedir ayuda, por haberse lesionado gravemente el compañero (que ya no puede asegurarnos), y en el caso muy improbable de que no se pudiesen rapelar los largos inferiores. En tal caso, según los manuales de alpinismo que he consultado hasta el momento (escritos por alpinistas muy experimentados) sólo describen cómo hacerlo con lo que llevamos en la cordada, en concreto, con un ballestrinque en el anillo ventral con dos mosquetones de seguridad contrapeados y uno más como ayuda para darnos cuerda; y, siempre, con la salvaguarda de tener que ir haciendo y deshaciendo nudos de gaza (mejor de ocho, creo) conectados al anillo ventral, entre seguro y seguro, por si la cuerda deslizara por el ballestrinque. Una vez lo probé en un itinerario corto muy fácil, de grado III+, y con una sóla cuerda de homologación en simple, con la salvaguarda añadida de una cuerda de respeto fijada arriba y conectándome a ella con un anticaídas a modo de línea de vida, y, aún y así, si bien, gracias a la redundancia de seguridad, no había razón para tener miedo, las sensaciones que tuve (utilizando el ballestrinque) no fueron buenas. No resulta nada fácil darse cuerda, y pueden presentarse muchos percances encadenados. Otra cosa es la práctica de esa especialidad en sí, que requiere el uso de un dispositivo de aseguramiento homologado, una buena formación, muy buen ánimo y tener la cabeza muy bien amoblada.