divendres, 25 de març del 2022

Aprender las técnicas de seguridad en montañismo y alpinismo es muy importante para disfrutar con responsabilidad y armonía de las actividades

Aprender las técnicas de seguridad en montañismo, escalada, y alpinismo —independientemente de cuál sea nuestro nivel o techo de dificultad— es muy importante para disfrutar con responsabilidad y armonía de nuestras montañas.

En mi opinión, es así como hay que hacer las cosas. Cuando en una ascensión por una arista, por un corredor, por un nevero, por glaciar, o en terreno escarpado con trepada, no se juzgue necesario montar sistemáticamente reuniones entre largos (por la baja dificultad del recorrido), siempre que se tenga una buena capacidad técnica para realizar una buena gestión del riesgo.

La progresión encordados y en simultáneo (en ensamble) en terreno escarpado, y siempre que la dificultad técnica de la actividad esté bastante por debajo de nuestra capacidad, es preferible a progresar independientemente, sin encordarse, renunciado innecesariamente a la seguridad de la persona que pueda tener un mal percance o no sentirse bien, y, en definitiva, a la ayuda mutua entre compañeros. Por otra parte, el objetivo de aprender esto es deseable y placentero como un logro en sí, pues, a mi modo de ver, esta forma de hacer las cosas en montaña es una de las esencias del montañismo/alpinismo.

Para empezar a hacer todo esto bien es imprescindible aprender la correcta técnica de encordamiento en progresión continua/simultánea, y adquirir una buena práctica en la colocación de seguros intermedios y en el manejo de cuerdas, en la instalación de rápeles seguros; y, por supuesto, si fuese necesario, en la instalación de reuniones fiables (para que el primero pueda renovar los seguros flotantes que su compañero/a habrá recuperado) y así poder seguir la progresión en simultáneo. Con la práctica, esto no interrumpirá demasiado el avance con fluidez de nuestra cordada.

Es importante señalar que el miembro de la cordada que esté más capacitado técnica y emocionalmente deberá ser el que «pilote» la cordada, es decir, el que adopte el papel de primero de cordada, por lo que en ascenso éste deberá ir en cabeza; y, en descenso, en último lugar, asegurando desde arriba a su compañero/a (el segundo de cordada) que bajará en primer lugar (con la cuerda por arriba), el cual, a su vez, también protegerá si fuese necesario el descenso del primero de cordada con los oportunos seguros flotantes que colocará a medida que vaya descendiendo. Pasar la cuerda por los cuernos de roca y rodeando los bloques sólidamente afianzados, es una buena solución en destrepes fáciles. Sobra decir que cuando los destrepes sean demasiado difíciles para destrepar habrá instalar una cabecera de rápel segura.

Será esencial cuidar siempre nuestra forma física y mental, así como realizar un constante aprendizaje técnico, y cultivando la confianza mutua entre los dos miembros de la cordada. Es así como conseguiremos que nuestras actividades sean placenteras, aprendiendo a ser conscientes de los peligros y a realizar una buena gestión de los riesgos, esforzándonos y aprendiendo continuamente, con humildad, sinceridad e inteligencia.

Para llevar a cabo las actividades con seguridad y de manera fluida es necesario organizar las cordadas del grupo en binomios —¡dos es necesario, tres es demasiado!—, en encordamiento corto (para lo más fácil y con muy baja exposición, pasando la cuerda alrededor de cuernos de roca) o medio (cuando la exposición aumenta, instalando siempre un mínimo de 2 seguros flotantes entre los dos miembros de la cordada: colocando anillos alrededor de cuernos de roca y pasando la cuerda por un mosquetón, poniendo anillos de cordino en los puentes de roca (ofrecen mucha seguridad), o instalando fisureros (activos o pasivos) en las grietas si fuese necesario.

En este tipo de terreno, se debe valorar constantemente los peligros y gestionar bien la exposición a la hora de decidir qué forma de progresión continua y en simultáneo hay que adoptar, reuniéndose de manera segura ambos miembros cuando a la persona que va en cabeza se le terminen los seguros flotantes para instalar, o bien cuando sea necesario descender en rápel un resalte en una arista.

Desde luego, si fuese necesario por encontrarnos con una dificultad por encima de lo habitual en el recorrido, habrá que pasar al modo de progresión fraccionada (escalando en largos), dejando de progresar en simultáneo y empezando a instalar las reuniones apropiadas, asegurando el segundo al primero de cordada con el necesario dinamismo y provisto de guantes para evitar quemaduras ante la necesidad de tener que retener una posible caída del primero, y el primero al segundo, con seguridad: utizando algún elemento de antirretorno (normalmente, un mosquetón de bloqueo convenientemente colocado) en su aparato asegurador (ya sea éste una «cesta» o bien un nudo dinámico con mosquetón HMS), esto es, a la escalada en largos (mucho más segura).

Para aprender bien todo esto, me parece a mí que la realización de cursos de formación en alpinismo y escalada es preceptiva, así como los ejercicios de práctica en terreno manejable (por debajo de nuestro techo de dificultad).

Todas las personas de un grupo que comparten una actividad —y no sólo unas cuantas del grupo— deberían estar suficientemente formadas y capacitadas para formar cordadas de dos personas. Comparto a continuación el siguiente vídeo de la FFME, que me parece muy claro y estimulante para un constante aprendizaje.

Créditos del vídeo: Federation Française de Montagne et Escalade, y éste es su canal de vídeo en YouTube

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Referencias:

En los clubes y federaciones de montañismo y alpinismo te ayudarán a formarte. Os dejo aquí un par de buenas referencias, como ejemplos:

  [1] vv.aa., Montañismo. La libertad de las cimas (Desnivel, Madrid, 2016, 7ª edición).
  [2] Toño Guerra, Cómo encordarse. Uso de la cuerda en montaña (Desnivel, Madrid, 2016, 3ª edición).
  [3] Toño Guerra, Manejo básico de piolet y crampones (Desnivel, Madrid, 2005).
  [4] Máximo Murcia, Nudos para escalar (Desnivel, Madrid, 2020).
  [5] Toño Guerra, Escalada deportiva segura (Desnivel, Madrid, 2018, 5ª edición).
  [6] Máximo Murcia, De la escalada deportiva a las vías de pared (Desnivel, Madrid, 2020).
  [7] Federación Madrileña de Montañismo: https://www.cursosdemontaña.com/
  [8] Club Alpino Madrileño-Montañeros de Madrid: https://clubalpino.es/formacion/

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